Manolo Linares
En el verano, las vacaciones y las buenas temperaturas, hacen que los pueblos salgan de sus letargo y cobean, al menos, durante unos días el pulso vital que antes habían tenido; se abren las puertas de las casas y las ventanas se iluminan al atardecer cuando el sol se retira, por las calles se oyen, de nuevo, las voces y llantos de los niños y de los bebés, los viejos que pasaban los días con los sueños del pasado y con alguna que otra telenovela, ahora, por unos días, se sienten arropados y acompañados y hasta renuevan la “garrafina” y el tute, porque una de las muestras de la despoblación se nota en la falta de compañeros para la par-tida o para las tertulias en el quicio de la puerta.
Hace años el periodo vacacional del verano duraba, mínimamente, tres meses y las familias que venía al pueblo se incorporaban a las faenas estivales y así llegaba el día del “patrono patrona”, ya fuese santo o santa, todo el pueblo celebraba las cosechas con unas espléndidas meriendas, pero ahora celebramos, efímeramente, la “movida” masificada, a ser posible, en una gran bacanal, bajo los destellantes efectos lumínicos acompañados de estridentes decibelios para rematar con la danza de la locura y marcharnos de nuevo dejando el solar patrio, sumido de nuevo el lugar vacío cara a la estación otoñal e invernal.
Acogemos las vacaciones con unas desmedidas ansias de vida y nos lanzamos en medio de los efluvios del alcohol y los sones del tambor y la gaita en nuevas versiones entre el rock y el rap, en todos los pueblos surge el bullicio y la alegría pero, hasta para esto empezamos a carecer de personal; estos días atrás se ha celebrado la “Vaqueirada”, y esta fiesta nacida en Naraval, que ha movido miles de seres muchos de ellos con altos cargos públicos, pero que pasado el santo, pasó la devoción…y en sesenta y cinco años han sido incapaces de mejorar las vías de la comarca para prepararse hacia el futuro; futuro que sin vías de comunicación, hoy ya es pasado..
Una muestra de un festival de interés turístico nacional,que ya empieza a tener problemas por la escasez de novios para una boda, que terminará siendo simulada; como en el chigre, también aquí empiezan a faltar “compañeros” de partida o para servicios de restauración.
Hemos apostado por el turismo y yo he creído y creo en él, pero yo creo en un turismo complementario de los propios recursos, un turismo de vida propia, o de lo contrario corre-mos el riesgo de vivir un espejismo.
Comercio y hostelería cerraron en respaldo a los ganaderos, que se concentraron en protesta por…
El alcalde, Adrián Gayo, mantuvo una reunión con el director general de Infraestructuras, al que…
Los socialistas destacan la "necesidad imperiosa" de contratar un bibliotecario, tras la jubilación del anterior…
La Coordinadora Ecoloxista anuncia que presentará alegaciones contra el proyecto, ubicado entre los pueblos de…
El ciclo, del 31 de enero al 6 de junio, permitirá a emprendedores locales compartir…
Viuda joven, sacó adelante a sus numerosos hijos, "siempre con tesón y buen humor", vivió…