Un reloj, un cuadro y mucho cariño para despedir al cura de Trubia

140 personas asistieron ayer a la comida de homenaje a José Manuel García, que a mediados de mes deja la parroquia

El párroco de Trubia, José Manuel García, Pin, en el centro, junto a sus padres, ayer en la comida de despedida

Lucía S. Naveros/ Trubia

El cura de Trubia, José Manuel García, Pin, agota sus últimas semanas en la parroquia, antes de empezar a mediados de este mes una nueva etapa en San Javier de La Tenderina, en Oviedo. Ayer los trubiecos quisieron expresarle su cariño con una comida homenaje que reunió a 140 personas en el Llagar de Colloto. Pin fue el último en llegar al encuentro, atareado en atender a los pueblos de la Unión Parroquial, entre ellos Perlavia, que celebraba sus fiestas. En la despedida estaban sus padres, amigos cercanos y sus feligreses, que le entregaron como recuerdo de su paso por Trubia un reloj «bueno, de calidad», grabado con el nombre de la Unión Parroquial de Trubia y la fecha; un álbum con recortes de prensa sobre la obra de restauración de la iglesia y un cuadro del templo, del trubieco Santiago Díaz, uno de los organizadores del acto, junto a otros feligreses de la UPAP trubieca como César Sánchez y María Jesús Menéndez Arango. Tras la comida hubo tiempo para ofrecer a los asistentes un pequeño concierto de canción asturiana, con la coral parroquial y Santiago Díaz al órgano. «Vamos a echarle mucho de menos».

Asistentes a la comida

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