El grupo, nacido hace medio siglo en Ponteo, es uno de los más conocidos y antiguos de Asturias
Natalia Álvarez González nació hace 51 años en San Claudio. Es la profesora de uno de los grupos de baile asturiano más antiguos de Asturias y que cuenta con sede en San Claudio: Xuno. El Grupo Xuno San Claudio, que cumple casi la misma edad de Natalia, 50 años, nació en Ponteo para mudarse posteriormente al centro social de San Claudio, sede que comparte actualmente con una sala de las antiguas escuelas del pueblo. Nos encontramos una soleada mañana de septiembre en las antiguas escuelas.
Visitamos el centro y, mientras conversamos, me enseña fotos en las que se puede ver al grupo con el Rey Felipe VI a la salida de los Premios Princesa de Asturias, la celebración de los cien años de llegada del ferrocarril al pueblo, del grupo en Nueva York, de la romería de Monte Alto en el Pura Tomás o de su último viaje este año a la Riviera Maya. También, observo con curiosidad un cartel sobre las investigaciones en torno a las cantigas que se cantaban en el Camino de Santiago y que prepararon hace años.
Roxu Morente fue el primer profesor de la Escuela. “Siempre tuvimos profesores vinculados a la investigación y que se dedicaron a recorrer los pueblos de Asturias, investigar y enseñar aquello que realmente forma parte de nuestra tradición”, señala Natalia. “En concreto, jota, muñeira y el saltón, que es lo más nuestro y lo que más investigamos. No bailamos nada que no sea fruto de la investigación y del que se conozca su origen”, expresa Natalia.
Y es que Natalia no es solo profesora. También se interesó hace tiempo por la investigación. Isabel López Parrondo, investigadora en Cangas del Narcea, fue su mayor influencia. Con ella, participó en procesos de estudios en la comarca que continuó después de manera autónoma. Natalia lleva en la sangre el amor por la cultura y la tradición. “Mi abuela me dijo con tres años: tú no vas a caminar, vas a bailar”. Y así fueron sus primeros pasos en Xuno, “un grupo muy familiar, donde puedes ver a nenas de 4 años con paisanas de 75” señala Álvarez. Y es que, según me comenta, el que empieza en el grupo y encaja bien, sigue toda la vida y muere Xunín. Ahora, quien no encaja ya desde pequeñín y abandona, lo más habitual es que no siga en el grupo cuando se hace mayor. La mayoría, siguen.
El grupo tiene tirón porque, además, en Asturias hay muy pocos grupos de baile que admitan a niños y por eso tienen familias de toda Asturias. “Muchas familias vienen de diferentes barrios de Oviedo e incluso tuvimos alumnas de Villaviciosa”, señala Natalia. Y es que pertenecer a un grupo de baile tradicional es muy sacrificado, sobre todo en verano. “Casi todos los fines de semana tenemos actuaciones. Solo si estás enfermo, tienes exámenes o la obligación de acudir a un evento familiar importante, se excusa la ausencia de los miembros del grupo en las actuaciones de verano” apuntilla Álvarez. Natalia tiene miembros de cuatro generaciones de una misma familia como alumnas. “Uno de los peros que me encuentro es que los mozos son minoritarios, siguen pensando que el baile tradicional es cosa de mujeres y se incorporan muy pocos” apunta con cierto pesar.
En Xuno no se baila cualquier cosa. Tienen claro que lo que hagan tiene que ser fruto de la investigación. Son rigurosas en la selección de la música y buscan estar en continuo proceso de aprendizaje incorporando músicas y bailes de otros lugares. “Organizamos un viaje cultural cada dos años. En las salidas al extranjero no llevamos nuestros trajes tradicionales. Usamos los de los grupos locales e intentamos aprender al máximo sus costumbres, música y bailes tradicionales, aportando nuestro conocimiento, pero sin ninguna imposición” señala Álvarez.
Este año esperan Dublín o Praga. Xuno tiene cuerda para rato.
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