«La vida no es para pensarla, es para imaginarla», afirman estos nuevos quirosanos, que estos días están en el Mercado de Navidad de Oviedo
“Llegamos a Quirós dejando atrás nuestras vidas en Madrid, siempre nos gustó Asturias y queríamos probar una nueva manera de vivir”. Antes, Patricia Cervera era administrativa en una empresa internacional de productos médicos, y Adrián Martínez era cartero, así se conocieron. Estos días forman parte de los artesanos que componen el Mercado Navideño de Oviedo con su cerámica artística y creativa, que consiste en la reproducción de casas rurales y escenarios rústicos por un lado (Adrián) y colgantes, pendientes y otras piezas realizadas con cerámica blanca por otro lado (Patricia). Aunque durante estos últimos meses se han enfocado en realizar belenes, nacimientos, y adornos navideños para el árbol: “Era uno de los requisitos para entrar en la selección del Mercado de Navidad de Oviedo, y lo hemos conseguido”.
Desde hace un año y medio son vecinos de Quirós, están restaurando dos casas, una será en breve el “Taller de Cerámica y otras Artesanías”, ubicado en San Salvaor, donde impartirán sus talleres de cerámica, y donde invitarán a otros y otras profes con diferentes artesanías; y más adelante una tienda en Santa Marina, justo en el comienzo de la Senda del Oso, donde venderán su obra, y también invitarán a algunos artesanos de los Valles del Trubia a exponer su trabajo. Su apuesta es una mano tendida al arte, la cultura y a la historia artesanal de estos valles.
“Creemos que todo lo que se ha realizado artesanalmente tiene más encanto, son obras con alma. La magia que desprende la artesanía se debe a que es producida por la imaginación en nuestra mente, pero se convierte en realidad a través de nuestras manos. Y creemos que todo el mundo es capaz de desprender esa magia, aprender a realizar ciertas piezas, pintarlas… y además dejar el estrés a un lado y pasar un buen rato, ¿qué más se puede pedir? Por otro lado, la artesanía es completamente personalizable, hace poco por ejemplo nos encargaron los imanes para el Museo Etnográfico de Quirós, todos con el logo del museo, pero a la vez eran diferentes, y volaron”, nos cuenta Patricia.
“Entrar en un taller de artesanía es como el niño que coge una piedra, la lanza sobre el lago y descubre que los saltos cada vez son más lejanos”, así lo ve Adrián. “La vida no es para pensarla, sino para imaginarla”
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