Álvaro Queipo destaca que la propuesta de ‘patrimonio sensorial de Asturias’ defenderá los usos tradicionales en los pueblos frente a posibles exigencias de turistas rurales y nuevos pobladores

Redacción/ Grau

 El presidente del Partido Popular de Asturias, Álvaro Queipo, presentó hoy en Gijón la proposición de ley que el PP defenderá en la Junta General del Principado para preservar el patrimonio sensorial rural de Asturias, es decir, los sonidos y olores propios del campo asturiano, y evitar los crecientes conflictos con los usuarios del turismo rural de la región. Álvaro Queipo realizó la presentación de esta proposición de ley en un acto celebrado en el Museo del Pueblo de Asturias, junto al diputado regional del PP y portavoz de Medio Rural, Luis Venta, y el portavoz de Asturias Ganadera, Xuan Valladares.

El presidente popular afirmó que el futuro de Asturias no se puede entender sin la pervivencia de nuestro mundo rural, “de sus actividades tradicionales, sus paisajes, olores o ruidos que a lo largo de la historia han conformado la esencia de nuestra tierra”.

Queipo señaló que también es una realidad que el campo asturiano supone una atracción cada vez mayor para el turismo, para las personas que buscan la tranquilidad y la belleza del paisaje de Asturias, para los que trasladan su residencia de las ciudades al medio rural, impulsados por el teletrabajo.

En este sentido, indicó que la coexistencia de estas dos realidades que se dan en nuestro mundo rural no es, en ocasiones, todo lo serena y tranquila que debería, en la mayoría de las ocasiones por desconocimiento de los usos y modos de vida del campo, “lo que provoca roces, malentendidos, problemas y conflictos”.

El líder popular denunció que el Gobierno de Barbón, “siguiendo con su proverbial parálisis, no parece ser consciente de esta situación”, a pesar de las advertencias lanzadas por asociaciones como Asturias Ganadera.

Para evitar que este problema vaya a más, el PP ha registrado en el Parlamento regional la proposición de ley sobre el patrimonio sensorial rural de Asturias, para cubrir un hueco en la legislación autonómica a través del artículo 10.18 de nuestro Estatuto de Autonomía, referido al patrimonio cultural.

Este patrimonio sensorial rural de Asturias estaría integrado por todos los sonidos y olores propios del mundo rural, así como la maquinaria, herramientas y utensilios inherentes a la actividad agrícola y ganadera.

Elementos todos intrínsecos a la cultura y tradiciones ancestrales del medio, adecuadamente inventariados, como los sonidos propios de los animales del campo asturiano, desde las vacas, los caballos o los cerdos a los gallos, patos o cabras; los sonidos de los cencerros, las ordeñadoras, los tractores o las segadoras, y olores como el del estiércol, la gallinaza, el silo o el humo.

Álvaro Queipo también se refirió a la actualidad del campo asturiano, y denunció “el clima tremendamente hostil que están sufriendo nuestros ganaderos, nuestros hombres y mujeres del campo: Están a su suerte, sin ninguna protección de los Gobiernos socialistas, el de Barbón y el de Sánchez, que los tienen abandonados, cuando no acosados. El PSOE desprecia al campo asturiano”.

Como último ejemplo, citó la situación de los ganaderos del concejo de Tineo, “abocados a un futuro muy incierto por las medidas de un Gobierno regional que ni escucha ni atiende a los problemas de los ciudadanos”.

A este respecto, señaló que para dar la seguridad y certidumbre a los ganaderos de Tineo, y de otros posibles concejos, que no les proporciona el Principado, el PP va a impulsar una iniciativa legislativa para dejarlos exentos de tributación en el IRPF en cuatro supuestos: indemnizaciones de pólizas de seguros por sacrificio, indemnizaciones y ayudas públicas, a causa del sacrificio obligatorio, incluyendo las ayudas a reposición, valor de venta de los animales en el matadero o industria cárnica por sacrificio obligatorio e indemnizaciones por daños de fauna salvaje. “Son exenciones de justicia”, resaltó.

El presidente del PP afirmó que la crisis ganadera de Tineo, «donde 30.000 vacas y miles de familias están amenazadas», está muy relacionada con la falta de control de la fauna salvaje, “porque a los socialistas les importa mucho más el lobo que el ganadero. Con los socialistas, el ganadero siempre pierde”.