La nueva asociación llenó ayer la Capilla de Los Dolores en su presentación pública, en la que Marta Canteli y Paz González Mesa defendieron su apuesta por mantener la cultura asturiana a través del folclore

Beatriz Álvarez/ Grau
La Capilla de los Dolores acogió ayer en Grau la presentación de “La Flor de Grau”, la nueva asociación folklórica de la villa que viene con ganas de hacer y contagiar de entusiasmo a los moscones.
Acompañados de familiares y amigos que llenaron el siempre acogedor escenario de esta puesta de largo que es la Capilla, presentó el acto la vicepresidenta de la asociación, Desirée Fernández Rodríguez que dio paso a las intervenciones de Marta Canteli Valle, presidenta, y a la artesana Paz González Mesa, maestra de pandereta y baile de la asociación y miembro de la misma.
Marta Canteli habló del concepto de folklore como patrimonio vivo, para identificarlo con aquello que en las comunidades da sensación de pertenencia, sentimientos que unen a las personas, pero también experiencia personal y comunitaria, aprendizaje, sabiduría y memoria viva. Todo ello tan necesario en la época en que vivimos de individualismo. En una comunidad, Asturias, en la que las raíces se hunden en un rico folklore y en la que existen múltiples estudios que ayudan a llevar adelante el deber moral de conservar este pasado. Canteli habló del papel dinamizador de la asociación, nacida a finales del año 2024 que nace para unir lo rural con la vida de la villa, una asociación volcada en el folklore que, a pesar de su corta trayectoria, ya viene realizando actividades consolidadas y colaboraciones con otras asociaciones “se trata de aportar nuestro granito de arena a la vida de la villa que se materializará en una serie de actividades, unas con carácter permanente y otras de forma puntual”.
Le tocó el turno de palabra a la artesana Paz González Mesa, profesora de pandereta y baile tradicional que se imparten en la Panera que habló de activismo cultural, comparando con humor a estos activistas (entre los que se encuentran los miembros de la nueva asociación) como cabras que tiran al monte a buscar juntas el mejor alimento aquel que “llena el espíritu ” y que en este caso ese conjunto de personas inquietas ha encontrado en el formato de asociación la mejor forma para alimentarse juntas y que ese alimento sea a partir de unas actividades en un formato abierto que les permitan crecer en conocimiento del folklore. Pero tambien hubo tiempo para ponerse seria y aprovechó la ocasión para lamentar la inexistencia de un grado universitario de Antropologia y Etnografía en la Universidad de Oviedo lo que conduce al desconocimiento y la pérdida irreparable de nuestro patrimonio inmaterial si no fuera porque muchos llevan año “picando piedra” para referirse a los esfuerzos individuales de tantos investigadores que “nos permiten tener grabaciones originales y estudios importantes sobre la materia” estos trabajos son la fuente de la que beben estos activistas y militantes culturales “con ganes de hacer cosas por y desde el territorio, con ganes de sumar en este proyecto comunitario, sobremanera pa la gente que viene detrás”. En el ánimo de la asociación “que traspasa las fronteras del concejo” el compromiso y la dedicación para establecer lazos con otras asociaciones. En el horizonte también, transmitir la idea de que el folklore tb se compone de la indumentaria y por la recuperación y su conocimiento también hay que trabajar. En la presentación de ayer se pudieron contemplar diferentes trajes tradicionales pertenecientes a los integrantes de la asociación, ganadores en sus ediciones del Concurso Indumentaria que se celebra en Grau el último domingo de setiembre.
Finalizó el acto la vicepresidenta que agradeció la presencia de los asistentes e hizo un breve resumen de las actividades que se han organizado hasta la fecha como un taller de acercamiento a la gaita y de las que se organizaran a futuro. En el horizonte inmediato un taller de “texíu de medies” para indumentaria tradicional. Cerraron el acto interpretando tres piezas con pandero, acordeón y gaita, “agarraos de Tresmonte”, una jota de Cangas y “titos de Babia”, a continuación se trasladaron a una sidrería de la zona donde compartieron una espicha con amigos y familiares.

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