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Elon Musk, un mono con un sacu bombas

Plácido Rodríguez
[LA MOSCONERA]

—¿Y tú qué piensas de la caída de las ventas de los coches Tesla en Europa? Porque al presidente de la compañía, Elon Musk, no le está haciendo ni gota de gracia. 

—¡Cagonrós! pregúntasme cada cosa… Pos será como too. 

—¿Cómo que como todo? ¿Te parece que eso es manera de responder? 

—A min lo que me paez ye que, si quies que te conteste, pues pagas una botella, que las dos primeras paguélas yo, y tu tovía nun metisti la manu nel bolsu. 

—Vale, la pago, pero contéstame a la pregunta. ¿A qué te refieres cuando dices que será como todo? 

—Refiérome a que tolo que sube baxa. 

—¡Caramba! ¿Y en que te basas para soltar tan sublime reflexión? 

—Lo de “sublime” suéname un pouco a rechifla. Así que ten cuidáu nun empiece yo a sublimate los coyones… Básome na Lley de la Gravedá, que ye asina de cabrona, porque llueu non tolo que baxa sube… 

—Vale, vale. ¿Y qué tiene que ver una ley que formuló Newton, porque le cayó una manzana en la cabeza mientras dormía la siesta, con la bajada de las ventas de una marca de coches? 

—Nada, pero, si primeiro subieron las ventas, llegará un momentu nel que tendrán que baxar. Y paez qu’esi momentu ye agora. ¡Ah! Y al Newton esi… hai outra versión que diz que formuló esa lley una vez que vieno a comer callos al Berrón y vio como s’escanciaba la sidra. 

—Déjate de galga, que eso no se lo cree nadie. Lo que sí parece claro es que con la caña que nos están dando el Trump y el Musk a los europeos, lo normal es que eso tenga consecuencias. Porque esos dos quieren volver a imponernos la ley de la selva. 

—Pos sí. El Trump ye como un Tarzan cenahoriu y l’outru la Mona Chita con gorra béisbol, pero en plan cabrón, dando pol sacu a las tribus que nun-ys rinden pleitesía. Pero colos elefantes nun se meten. 

—Eso de los elefantes… ¿Es irónico? 

—Pue ser, si a Putin se-y ve como un elefante. Bono, un elefante con cara sapu. 

—Y con Xi Jimpín tampoco se mete. 

—Sí, por muncho que Trump despotrique de los chinos, llueu tiembla-y la patuca y nun s’atreve a da-ys caña. Y el “Xiximpín” esi, por muncho que’l nome dé un poco risa, debe tener una mala hostia que pa qué. 

—Trump tiene bastante con meterse con los más débiles, como los palestinos. 

—Tan masacrándolos y naide mira pa ellos. Como son tan probes… LLueu habrá quien eche las manos a la cabeza cuando entren con una mochila bomba pola puerta d’una embaxada yanqui. 

—Y a los panameños, que les quiere arrebatar el canal; y a los groenlandeses, que se quiere apoderar de la isla. 

— ¡Cómo si nun tuvieran abondo con tar aterecíos de fríu! 

—Y, además, quieren repartirse Ucrania entre rusos y americanos. 

—Pos nun sé por qué me da qu’eso nun hai quien lo pare… 

—No, si al final Putin va a quedarse con el territorio que invadió. 

—Eso taba visto dende’l principiu. Amás, como dixo aquel paisanu del Uruguay “Cuando hai una guerra ye qu’alguien saca provechu d’ella”. 

—Sí, Eduardo Galeano se llamaba el uruguayo. Aquí está bien claro quién se beneficia: además de las empresas armamentísticas, los americanos van a quedarse con las tierras raras y una gran parte de la producción de cereales. 

—Asina ye. 

—Y Musk, o la Mona Chita como tú dices, apretando a los de casa y despidiendo trabajadores americanos. 

—Sí, tien más peligru qu’un monu con un sacu bombas. 

—Nunca mejor dicho. 

—¿A cuálo? 

—Pues el dicho. Y encima parece que le va la ideología nazi. 

—Pues un monu nazi con un sacu bombas. 

—Es que solo mira por su dinero. 

—Quienes creen que’l dineru lo fae too, terminan faciéndolo too por dineru. 

—¿No me digas que esa reflexión es tuya? 

—Podría sela mui guapamente, pero, non: ye de Voltaire, que amás de ser filósofu y escritor, ente un montón de cosas del saber, foi tamién un de los mayores rentistas de Francia. 

—Pues “au revoire, que dijo Voltaire”. 

—“Tirando la boina al aire”. Pero alcuérdate de pagar la botella que debes antes de marchar. 

—Vale, vale. Qué prisas con la pagadera. 

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