La localidad ovetense carece de saneamiento, banda ancha y marquesina para la parada del autobús

L.S. N. / Trubia
Santiago, en la carretera de los Valles del Trubia, es la periferia de la periferia: “Somos un barrio de San Andrés de Trubia, así que imagínate lo que nos cuesta que nos hagan caso”. No por ello abandonan la partida: José Manuel López tiene un amplísimo dossier de promesas, proyectos y planos, que da fe de que lleva desde al menos 2014 (y probablemente antes) intentando que su pueblo entre en el siglo XXI. Y es que esta localidad ovetense no tiene saneamiento, siguen dependiendo de las fosas sépticas, un atraso que sufren otros pueblos del entorno trubieco, como Udrión. “Cuando vemos que las previsiones presupuestarias se ponen 40.000 euros anuales para saneamiento rural nos da la risa. No da ni para la primera zanja”, lamenta José Manuel. La impotencia aumenta porque en 2014 el saneamiento llegó a estar presupuestado y proyectado, pero chocó con un problema en la cesión gratuita de los terrenos por donde tenían que pasar las conducciones, así que los planos y el presupuesto quedaron, como tantos otros que afectan a la zona rural, en un cajón
Pero no es solo el saneamiento lo que nunca llega a Santiago, tampoco llega la banda ancha, pese a las promesas de que en 2021 todo el concejo de Oviedo contaría con el servicio. “Lo hay hasta un poco antes del pueblo y un poco después, pero aquí no. Es decir, nos pasa delante de las narices, pero no podemos tener un servicio de Internet digno”, añade. Y es que la compañía instaladora no dejó una caja al que enganchar el cableado de las viviendas, así que aunque sobre el papel hay fibra, no hay fibra. “Tenemos el servicio con una antena parabólica individual, para teléfono fijo e internet. es un servicio muy poco fiable, da problemas constantemente, y la mayoría de las compañías de teléfono móvil no tienen cobertura”.
Los vecinos también se quejan de otras carencias, como la falta de una marquesina de autobús para que no les llueva encima cuando están en la parada, y en su día, junto al resto de San Andrés, pidieron aceras, ya que la carretera apenas tiene arcén y soporta mucho tráfico, a veces a gran velocidad. “Ya no esperamos por las aceras, pero al menos sí por los desbroces, pero tampoco llegan como a otros sitios. Es un peligro con la carretera y la velocidad a la que vienen algunos. El abandono que sufrimos es total”.
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