Los gatos callejeros de San Claudio, posiciones encontradas

El Ayuntamiento de Oviedo, con el apoyo de vecinos y la oposición de otros, desarrolla un plan de colonias felinas en la localidad para tener un control de la población y garantizar la salud pública

Uno de los contenedores decorado por la artista Lydia Pinaglia / M. G.

Manuel Galán / San Cloyo

La polémica está servida. Las posturas, parece, son irreconciliables entre quienes apoyan las colonias felinas que promueve el ayuntamiento de Oviedo a través del Servicio de medioambiente y quienes se manifiestan profundamente en contra alegando que su extensión favorece el descontrol y la suciedad en el pueblo de San Claudio. 

Hay quienes llevan más de 20 años recogiendo gatos abandonados, ocupando de su cuidado temporal y desparasitándolos, dándoles de comer, facilitando la esterilización de las hembras para evitar la extensión del problema de los gatos callejeros y devolviendo, cuando es posible, al lugar en el que son encontrados abandonados. Esto, para algunas personas, genera suciedad en el pueblo. Sin embargo, para quienes cuidan de los felinos, la suciedad en determinadas zonas no está generada por sus prácticas si no por otras personas irresponsables que alimentan a los gatos en cualquier lugar y de cualquier forma pero, sobre todo, por personas que no cuidan del entorno y se deshacen de basura en cualquier lugar queriendo cargar las culpas sobre la colonia felina. 

El ayuntamiento apoya, desde hace años, las colonias felinas con la instalación de contenedores en varias zonas de San Claudio, el censo y el seguimiento, en principio, de las personas registradas. Varias vecinas me comentan que el Ayuntamiento “nos dejó los contenedores tal cual, con restos de vidrios, en algunas de las zonas donde se encontraron felinos. Los tuvimos que limpiar, adaptar y preparar como espacios de acogida para los gatos. Hay muchas colonias en el pueblo, pero no todas tienen una estructura fija en forma de contenedores. Un lugar habitual de paso de los gatos callejeros puede ser un espacio de colonias”, me comenta una vecina que, sola, lleva más de 11 colonias de gatos en el pueblo. 

No hay más que acercarse al contenedor que hay en uno de los prados en la calle que sale del alto de San Roque hasta el cruce de la Iglesia, para observar el enorme trabajo desinteresado que hicieron entre varias vecinas hace años. Tras recibir y limpiar los contenedores, desde la Asociación FABA de defensa de los animales abandonados, solicitaron la ayuda de alguna persona para su rehabilitación como espacios de acogida. La entidad colabora habitualmente con la protectora de animales del Principado de Asturias en la derivación de casos de gatos abandonados. La  artista plástica Lydia Pinaglia (@lydiapinaglia) se puso en contacto con la Asociación y preparó, de forma altruista, dos de los contenedores situados en el centro del pueblo. Son auténticas obras de arte. Lydia actualmente trabaja realizando murales participativos a través de talleres de pintura en pueblos, centros educativos y festivales. 

En la charla informativa del pasado 16 de julio que ofreció el Ayuntamiento de Oviedo sobre la alimentación de las colonias felinas en la parroquia de San Claudio, y a la que acudieron más de una docena de vecinos y vecinas, las posturas se extremaron más si cabe entre quienes defienden su regulación como mecanismo de control y quienes están en contra.

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