Los guiños entre Cangas del Narcea y Tineo, y los ejemplos de superación del empresario y del ultrafondista Nico de las Heras marcaron la edición de los Moscones de Oro

L.S. Naveros/ Grau
«Donde había cabras y vacas había pastos, y donde no hay, hay terreno pasto de las llamas». Francisco Rodríguez, presidente y fundador de Industrias Lácteas Asturianas, Reny Picot, que creó su empresa con 22 años y consiguió hacer desde un pueblo de Asturias una multinacional con fábricas en Europa, América y Asia, recibió el sábado el Moscón de Oro Nacional e Internacional pidiendo a Grau que apueste por sus quesos, «tenéis una producción semiartesana de queso de mucha calidad, tiene mucho futuro», y sugirió que los agricultores del concejo, u otros emprendedores, se fijen en las posibilidades de la producción de leche de cabra, para lo que aseguró que tendrían la mano tendida de su empresa. «Hay una gran demanda, y un fuerte mercado internacional y Asturias tiene las condiciones perfectas, pese al lobo», dijo, y aseguró en su discurso, ante una Capilla de los Dolores abarrotada y en presencia del consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, y del alcalde, José Luis Trabanco, que el origen de los grandes incendios actuales está en una decisión impuesta por la UE, las cuotas lácteas, que obligó a Asturias a limitar el ganado lechero. También en la sala estaba el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño, que recordó los muchos enfrentamientos que tuvo en su día con Rodríguez, cuando se negociaba precisamente la entrada en el mercado común y las cuotas lecheras. «De tanto enfrentarnos aprendimos a apreciarnos, cada uno defendiendo su visión del mundo», dijo antes de la entrega, en la recepción que se celebró en la Casa de Cultura del concejo. También recordó el empresario, cuya figura fue glosada por el periodista Fernando Miranda, los tiempos en los que comer queso podía suponer un riesgo de contraer fiebres de Malta, una regulación sanitaria que impulsó el expresidente Juan Luis Rodríguez Vigil, para el que tuvo unas palabras de reconocimiento, ya que también estaba entre los invitados al acto.
Fue el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, natural de Tineo, el que hizo entrega al cangués Francisco Rodríguez del premio, lo que dio pie a guiños entre ambos concejos del Suroccidente, con un ‘pique’ tradicional entre ellos. «Van bien las cosas en Asturias cuando uno de Tineo reconoce los logros de uno de Cangas del Narcea», bromeó el consejero, y destacó el talante humano y empresarial del premiado. Marcelino Marcos tuvo también palabras de reconocimiento para el otro Moscón de Oro, en ese caso el Moscón de Oro local Nicolás de las Heras, que fue glosado por su hija, Covadonga de las Heras, que lo retrató como un padre cercano, estimulante e inspirador. De las Heras recordó en su discurso su llegada al concejo, con 27 años, cuando compró la farmacia junto a su hermana Teresa, y aunque es de Avilés, donde vive, aseguró que ya es también de Grado, «no tengo el corazón partido, tengo el corazón duplicado». El recuerdo de Roberto González, Rober, estuvo en todo momento presente. «Sería feliz de verme aquí. Cuando le conocí tenía un cáncer gástrico muy grave, con metástasis en el hígado, y daba ejemplo haciendo retos deportivos para recaudar fondos para investigación. Una de estas investigaciones le prolongó la vida nada menos que cuatro años. Cuando él ya físicamente no pudo, yo cogí el relevo y así nació El Camino de Rober contra el Cáncer, llegar a Santiago en 48 horas». En total De las Heras lleva recaudados unos 100.000 euros para investigación del cáncer, una proeza que se suma a sus logros deportivos, que fueron enumerados por el alcalde, José Luis Trabanco, ya que acumula premios internacionales y varios récord del mundo como ultrafondista. Trabanco, que cerró el acto, hizo una mención a la situación que se vive en Palestina, y en Ucrania. «Si no te conmueve un niño que se ahoga en una patera o que muere en un bombardeo, has perdido la humanidad», dijo. Y lamentó que los líderes mundiales creen terribles conflictos, en vez de «solucionar problemas, que es para lo que estamos aquí».
El presidente de la Asociación de Amigos de Grado, el empresario Manuel Fernández, hizo un recorrido por la labor de la asociación durante el año, destacando las jornadas empresariales y la ‘xuntanza’ de asociaciones, que reunió a más de 60 entidades del concejo. Agradeció la implicación de los institutos de Secundaria moscones, y declaró que la gran apuesta de la asociación es la búsqueda del talento colectivo. «Frente a la inteligencia artificial, queremos apostar por la inteligencia natural», dijo, en una entrega de premios que culminó con una comida en el palacio de La Magdalena, en Soto del Barco, con 144 invitados. Fernández lanzó en su discurso un reto al escultor Favila, también presente, al que le pidió que busque una imagen que exprese el alma del concejo.
La gala culminó con una actuación del coro Schola Cantorum, y fue retransmitida también al centro cultural, para los que no pudieron entrar en la Capilla de los Dolores. Los actos de esta 33 edición contaron también, como es habitual, con la banda de gaitas Conceyu Grau.




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