Publicado el: 21 Ago 2023

Con agua pasada no muele molino

Manuel García Linares

Ponemos el grito en el cielo cuando empezamos a ver las orejas al lobo y tanto oir, que viene el lobo, que viene el lobo, que no nos lo creemos,… pero un buen día llega y nos deshace el rebaño. El lobo ha estado entre nosotros desde siempre y convivía con los vecinos sin problema ninguno; recuerdo a Pepe el Recorbo, de Monterizo, quien jugaba la partida, en el bar de Vicentón hasta altas horas de la noche en que salía con su caballo “Negrito” y su mastín con “carrancas”, de vuelta al pueblo, hemos visto al mastín con señales de pelea con el lobo, pero nunca hemos oido de un lobo que hubiese atacado a un hombre; la naturaleza tenía su propio equilibrio…con sus leyes naturales. Nuestra cultura evolucionó entre refranes y leyendas pero llegó un momento en que las lecciones recibidas no nos han servido y entramos en una nueva era, la del mantenimiento; cuando éramos niños oíamos hablar de las “ayudas americanas”, que a nosotros no nos llegaban, pero que deseábamos. Esta situación ha dado lugar a la realización de una película de Berlanga, protagonizada por Pepe Isbert, Bienvenido Mr. Marshall, que nos retrataba perfectamente y con ella nos hemos reído. Ahora, conseguimos las ayudas europeas y las hemos convertido en mantenimiento con el que nos sustentamos y en medio de este “confort” del estado de bienestar hemos dejado correr las aguas del molino hasta que la presa y el camarao se quedaron secos. De pronto nos despertamos de un sueño y nos damos cuenta de que con el “agua pasada no muele el molino”…los fuelles se han vaciado de la aromática harina, al igual que los pueblos. Pero de recuerdos y leyendas del pasado no podemos vivir. Confiemos en el futuro y en volver a llenar el vacío social para la recuperación del mundo rural.

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