Publicado el: 03 Nov 2023

El alumnado de Las Regueras se divierte aprendiendo ciencia

La Fundación Margarita Salas destina al colegio reguerano a un ingeniero como ‘dinamizador’, para generar pasión por las ciencias entre los más jóvenes en las zonas rurales

Alumnos del Colegio de Las Regueras en una actividad

Redacción / Grau

El alumnado de Las Regueras se divierte aprendiendo ciencia gracias al Dinamizador STEM impulsado por la Fundación Margarita Salas y Valnalón. El Proyecto Dinamizadores STEM de la Fundación Margarita Salas ya funciona en tres Comunidades Autónomas además de Asturias (Andalucía, Extremadura y Comunidad de Madrid) y nace para fomentar el interés por las ciencias en zonas rurales y contextos con falta de referentes cercanos. El objetivo final es acercar de manera entretenida y comprensible las áreas de conocimiento STEM a niñas y niños permitiendo que puedan realizar sus primeras investigaciones.
David Fernández es ingeniero y desde este mes de octubre es también el Dinamizador STEM en el municipio de Las Regueras. Forma parte de un innovador proyecto de la Fundación Margarita Salas apoyado en Asturias por la empresa Valnalón que busca generar pasión por las ciencias entre los más jóvenes, uno de los pilares básicos de esta Fundación, nacida en marzo de 2023, en el marco de sus programas dirigidos a niños, niñas y adolescentes con el objetivo de mejorar su motivación hacia estas disciplinas y, a la vez, detectar el talento científico de forma temprana. En total, son 14 niñas y niños de 6º E.P. quienes disfrutan ya de actividades extraescolares sobre ciencia en el Aula Margarita Salas, un espacio que ha sido habilitado gracias a la colaboración del Colegio Público Príncipe de Asturias y donde el alumnado tiene la oportunidad de hacer ciencia de la buena gracias al aprendizaje basado en indagación. “Se trata de actividades semanales donde, por encima de aprender ciencia, hacen ciencia”, destaca el Director de Educación y Divulgación de la Fundación Margarita Salas, David Perezagua. Durante las primeras sesiones ya han trabajado sobre cuentos clásicos, estudiado huesos de dinosaurios o fabricado prototipos poniendo en prácticas aspectos científicos como la observación y la recopilación de datos y evidencias. “Este proyecto de alfabetización científico-tecnológico busca el acompañamiento continuo al alumnado, clave a la hora de fomentar la pasión por las ciencias entre las edades más tempranas. Lo haremos de forma lúdica y cercana, porque la ciencia está donde menos te lo esperas: en el arte, el deporte, el cine, la radio, la televisión o la música”, señala en este sentido la Coordinadora del Proyecto, Bárbara de Aymerich. “Vamos a mostrar a los y las más jóvenes que la ciencia les necesita y ellos necesitan a la ciencia”, añade, y para ello el proyecto dinamizará los entornos rurales y urbanos con menos contacto con la ciencia con eventos y acciones específicas para familias y el contacto directo con el tejido industrial y autónomo de la zona para fomentar una visión más cercana y accesible de la ciencia entre todos los usuarios del programa.

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