Las hojas de la biblio

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Plácido Rodríguez

[La Mosconera]

A veces pasa que lo común, lo que aparentemente no muestra relevancia a los ojos de quienes tienen la mirada empobrecida de tanto buscar grandes resplandores, enseña el valor de lo intangible en fogonazos que se van sumando hasta completar un halo de luz progresiva.

Sólo se trata de una revista humilde, local y focalizada en el concejo. Son las hojas de la Biblioteca Valentín Andrés, un compendio de prosa, ilustraciones, fotografías y poemas que muestran el valor de las pequeñas cosas, de lo que se siente por la vinculación a lo que la controversia moscona grafía de diferentes maneras, con diferentes percepciones: Grau, Grado o Grao…

Las palabras son los ladrillos que van conformando una estructura de frágil economía, sustentada en una pequeña subvención que, sin embargo, se hinca con aplomo entre los usuarios de la biblioteca.

En febrero, en ese espacio tan sugerente para la percepción artística como lo es la Casa de Cultura, se presentó el número 18. Es por eso que, echando la vista atrás, encontramos 18 publicaciones que llevan dando salida a un importante volumen de diferentes iniciativas, surgidas en todos estos años desde que hace un par de décadas saliera a la luz la primera revista.

Las hojas de la biblioteca están tuteladas por varios miembros de la asociación, pero no se conforman con dar salida a las obras de unos pocos, sino que buscan su nutriente en aquellos y aquellas que sienten un mínimo de curiosidad por alguna faceta artística y se atreven a plasmarla en una publicación.

Podría decirse que se alimentan y a la vez sirven de soporte a la literatura base, produciendo un conglomerado en el que se mezclan autores con cierta trayectoria junto con otros de incipiente iniciativa, generando en el producto final una miscelánea moscona en la que los unos se apuntalan en los otros como un bosque mixto donde unas especies arbóreas alientan a las otras para realizar una fotosíntesis creativa, sin llegar a competir por la luz más alta, buscando la mirada enriquecida de quienes un árbol sí les deja ver el bosque.

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