Publicado el: 23 May 2024

Trubia acogió el reencuentro de hijos de artilleros de la Fábrica de Armas

La reunión, con carácter bianual, se celebró con una emotiva misa en la Capilla de Santa Bárbara de la Fábrica y un ágape en la sidrería El Bosque

Fila delantera (incluyendo los de la semifila intermedia): José Flórez (aprendiz de 1968), Mª Trinidad Menárguez (esposa de Paco Gª-Blanch), Mª Carmen (Tita) Garzón, (esposa de Antonio Mateo), Mayte Bonal, Pili Garzón, Maritina Garzón, Viky Fuente, Íñigo Gª-Blanch, Felisa Atienza. Fila trasera: Antonio Cuestas (aprendiz de 1970), Roberto Suárez (cronista de la Fábrica de Trubia), Rodrigo (párroco de San Pedro de Nora y Udrión), Antonio Mateo, Paco Gª-Blanch, Manuel (Lito) Arnott, Manuel Villa-Cellino (esposo de Felisa Atienza)

 

Roberto Suárez/ Trubia

El pasado día 16 de mayo tuvo lugar la reunión que con carácter bianual celebran en Trubia hijos y familiares de los artilleros que estuvieron destinados en la Fábrica de Cañones entre los años treinta y los años setenta del siglo XX, hasta que la fábrica dejó de pertenecer al Ministerio de Defensa. En ella participaron invitados representantes del Comité gestor del 175 aniversario de la fundación de la Escuela de Aprendices, algunos de los cuales eran antiguos conocidos del Colegio de la Fábrica por los hijos de artilleros que asistieron a éste. Hicieron hincapié en las celebraciones que se harán el próximo año y en la invitación que extiende a todos los descendientes de militares de aquella época para que asistan a las mismas y a participar como miembros invitados en la Asociación de Aprendices que promueve las celebraciones.

La reunión empezó a las 12 con una misa en recuerdo de los familiares fallecidos celebrada por D. Rodrigo, párroco jubilado de Udrión y San Pedro de Nora, en la Capilla de Santa Bárbara de la Fábrica de Trubia. Especialmente emotivos fueron los cantos del Himno de Covadonga y el de Santa Bárbara, que tuvieron lugar al principio y final de la misa, respectivamente. Tras la celebración religiosa se realizó una fotografía de grupo delante del monumento al general Francisco de Elorza y Aguirre, fundador de la Escuela de Aprendices hace casi 175 años.

A continuación tuvo lugar el ágape en la Sidrería El Bosque, propiedad de Jacobo Zuazua, compañero de estudios de alguno de los asistentes, quien también participó en la comida. Tras unos sabrosos aperitivos, los comensales pasaron al comedor de la galería interior del local, donde les fue servida una excelente comida compuesta de platos asturianos y regada con abundante sidra. Es de destacar la cordialidad, el espíritu de hermandad y el buen humor reinante entre todos los reunidos, que recordaron muchas anécdotas de sus años juveniles, entre ellas los desfiles de los aprendices y las relaciones entre algunos de ellos y los hijos de militares ya en aquellos años, que si bien fueron tristes por otros motivos, los seres humanos siempre tendemos a recordar los episodios agradables. También se debe mencionar la presencia de los descendientes de los primeros directores de la Escuela de Aprendices de los años 40s a 60s, que recordaron el cariño y la admiración que sentían sus padres por aquella Escuela y la calidad de los egresados de la misma, que tanta notoriedad aportaron a Trubia y tanta ayuda al desarrollo industrial de Asturias y de otras muchas empresas en otras partes de España. También se personó en el comedor para saludar a los asistentes Francisco Otazu, actual Jefe de Estudios del IES que ocupa la antigua sede física de la Escuela de Aprendices, a quien se le manifestó el interés de los presentes por ver renacida dicha Escuela con motivo de su 175 aniversario.

 

Deje su comentario

La Voz del Trubia