Por Fernando ROMERO
Periodista
Se mascaba la tragedia. Desde las últimas elecciones municipales de mayo de 2015 el enfrentamiento cainita entre los seguidores de Antonio Rey (exalcalde y presidente de la Junta Local) y de José Ramón González, actual portavoz municipal y candidato a alcalde en los últimos comicios, ha ido creciendo como una bola de nieve. Esta semana pasada la bomba estalló y de los malos gestos, la incomunicación, las zancadillas y el ninguneo se pasó directamente al enfrentamiento dialéctico, por no decir al insulto.
Las posturas son irreconciliables entre el grupo municipal y la junta local y todo apunta a que en pocos días el PP saltará por los aires y quedará sin representación municipal en el Ayuntamiento. Los cuatro ediles actuales tienen claro que van a seguir «por compromiso con los vecinos» y no tienen pensado renunciar al acta de concejal, como les ha pedido la Junta Local. Ello generará una extraña situación en este ayuntamiento, gobernado en los últimos años por el PP aunque hoy con mayoría absoluta de IU.
Lo cierto es que el Ayuntamiento de Grado va a quedar sin representación del PP , a pesar de ser el segundo partido más apoyado por los moscones. De hecho, en las últimas generales, el PP en Grado fue la fuerza más votada con 1.735 votos, muy por encima de las otras fuerzas políticas. En las últimas locales obtuvo el 22,7% de los escrutinios, eso sí, un casi un 10% menos que en 2011. Lo que no está tan claro es si esa sangría de votos se debe, como dice Rey, a que el candidato no era el idóneo o más bien a un castigo de los moscones a la gestión del exalcalde popular.
En cualquier caso los votantes del PP asisten atónitos al drama de la formación política a la que han apoyado. No entienden que no haya ninguna posibilidad de comunicación entre partido y grupo municipal. Para José Ramón González, tal como declaró a este periódico, «nunca nos apoyaron ni nos aceptaron plenamente”. Para Rey, González no es digno de su confianza ya que, según dijo, el portavoz municipal critica su gestión en su etapa de alcalde, entre otras cosas. Claramente el PP de Grado necesita, si no quiere desaparecer, algo que ahora está tan de moda: un mediador. ¿Será el PP regional? Nada han dicho hasta ahora.
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