Publicado el: 08 Jun 2017

Los 55: «El Supremo nos condena a la exclusión social»

Comunicado oficial del colectivo de despedidos de Trubia tras la sentencia del Supremo


Quisiéramos desde estas líneas, en nombre de la asociación 55 despedidos de General Dynamics en su factoría de Trubia, agradecer y reconocer a todas las personas físicas, así como a colectivos vecinales y partidos políticos (éstos sin falta de nombrarlos saben a quién nos referimos, pues alguno ni apareció ni se le esperaba) el apoyo a nuestra lucha que creíamos y seguimos defendiendo, era y es, una reivindicación justa en la que se nos ningunea y pisotea como ciudadanos y trabajadores en una Compañía en la que llevábamos más de 30 años de dedicación.
Una vez dicho esto, y después de conocer (a nuestro entender) el insólito veredicto del Tribunal Supremo, donde se da por bueno y ajustado a derecho el ERE presentado por General Dynamics en el año 2013, siempre en nuestra humilde opinión, mantener que no se han tenido en cuenta ninguna de las argumentaciones que fueron alegadas desde esta asociación y desde los sindicatos que nos representaban en los recursos de casación, ya que se exonera a la empresa de los “defectos formales” cometidos durante la tramitación de dicho ERE, tal y como se dice expresamente en la sentencia. Pero esto no impide que la otra parte en litigio tenga que asumir los despidos.
No cabe duda que la resolución del alto tribunal deja, si no lo remedian los juicios individuales, indefensos con nombres y apellidos a trabajadores que por circunstancias de edad, incapacidades, etcétera., irán a la exclusión social, algo cada vez más frecuente por desgracia en nuestra sociedad. A nuestro entender este fallo del Tribunal Supremo no sólo condena a la marginación a los trabajadores directamente afectados, sino que es un varapalo a la «durmiente» sociedad asturiana, la cual parece sumida en el sueño de los «imposibles» y a quien no parece importarle el futuro de nuestra comunidad.
Decimos que es un varapalo a la sociedad asturiana porque con este fallo se podría pensar que se convalidan todas las actuaciones de esta multinacional en Asturias, donde en una década pasó de tener dos factorías a una, destruyendo 246 puestos de trabajo directos. Sorprendentemente a día de hoy y antes de la Sentencia del Tribunal Supremo, la plantilla en Asturias ya supera en número a la que había antes de nuestros 55
despidos, eso sí, con otro tipo de contratos. Con un uso torticero de la ley, la reforma laboral le permitió abaratar los despidos y confirmar una devaluación vía salarios más que patente.
¿Alguien cree que existió otro motivo para el despido de los 55 trabajadores de Trubia? Que cada cual haga su análisis. Pero es significativo que diez compañeros despedidos, profesionales cualificados, hayan sido contratados nuevamente en la factoría trubieca con la categoría más baja existente en el convenio colectivo. Es decir, con la categoría de especialistas o peones, todo, por supuesto, con la aquiescencia y visto bueno de sindicatos y comité de empresa.
La realidad es la que es. Y suele ser tozuda, por desgracia. Hoy hay un fallo del Tribunal Supremo que no compartimos, un trámite al cual nos hemos visto obligados a participar, ya que nuestra intención era y sigue siendo en consecuencia con lo expuesto anteriormente, la reincorporación como manifestamos es escrito enviado a la Dirección de Personal con copia al Comité Empresa, con fecha 27-09-2015 y recibido el 4-11-2015.
No podríamos dejar de mencionar con especial desolación a los llamados “agentes sociales” (por suponerse los más cercanos a nosotros), donde con su silencio cómplice se sacuden responsabilidades con manifiestos que más parecen un brindis al sol. Si no hay acuerdo en el periodo de negociación del ERE, no se puede propiciar en las fábricas la aceptación de las condiciones impuestas por la empresa para los que tienen una determinada edad. Hay que ser consecuentes, porque luego este estúpido dato si no existe capacidad o interés de análisis, es válido como argumento de la empresa, como así quedó ratificado en la sentencia al mencionarse en ésta que un 77,4% se adscribió de forma voluntaria a las condiciones de la empresa. Alguien debería de añadir que a ese 77,4% se les abonaron unas pólizas que rondan los 200.000 euros y ¡oh casualidad!, estando algunos de los negociadores en ese grupo. Al otro 22,6% ni se nos avisó de que íbamos a ser despedidos. Nos fuimos como se suele decir, “con una mano detrás y otra delante”.
Sólo queremos desde estas líneas y como última reflexión transmitir a todos los que nos apoyáis que nos sentimos orgullosos de la lucha, en la que seguimos creyendo pues argumentos no nos faltan. GRACIAS.

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La Voz del Trubia