Publicado el: 03 Jul 2017

La nueva sestaferia

Sobre la revolución silenciosa de una nueva generación de vecinos

Por Esther MARTÍNEZ

El otro día hablando con un joven de Las Regueras, comprometido con su tierra y sus gentes, en diferentes parcelas, tanto institucionales como asociativas, me comentaba que el movimiento que estaba experimentando el concejo en cuanto a organización y participación ciudadana en actividades socio-culturales y festivas podría ser, aunque no nos diésemos cuenta, una nueva forma de sestaferia. Ateniéndonos al significado estricto de la palabra, esto sería: “Prestación  vecinal para la reparación de caminos u otras obras de utilidad pública a la que los vecinos tenían obligación de concurrir los viernes en ciertas épocas del año”.  A veces los viernes se duplican eventos y hay que elegir, cena, actuación del coro o verbena y los sábados y los martes…Pues bien, como escribía hace meses el director de este diario, el movimiento es similar  en toda la comarca.

Concretamente, en este concejo hay una frenética actividad promovida por colectivos que no siempre están constituidos en asociación, pero que dinamizan con notable éxito eventos de diversa índole. La Piedriquina es un referente cultural desde hace más de veinte años, la Asocicicación de Mujeres “El Orbayu”  funcionan a golpe de llamada, cuando hay que organizar una excursión, colaborar con un programa de televisión o solidarizarse con la causa que toque; allí están raudas y veloces. La tarde antes de San Juan sin previo aviso y en media hora, se reunieron en torno a la fuente para enramar ante la inminente llegada de las cámaras de televisión. Los medios de comunicación se disputan su presencia. El coro, el grupo de teatro, la peña de fútbol, las comisiones de fiestas de Santullano y Premoño, la asociación de mayores “ Los Escoberos”, la Plataforma Vecinal de la Parroquia de Valsera, el colectivo vecinal Pación, el Club de Lectura, el Grupo de Teatro, los vecinos de Bolgues, de Cogollo, de Rañeces, los del camino de Santiago, de La Chabola, el club senderista “Caminantes Regueranos”, y  seguramente otros muchos que desconozco, se movilizan todo el año  y especialmente en estas fechas dejando a un lado los egocentrismos, protagonimos e individualismos y todos los “ismos”. Así, como bien explica Amador Menéndez, recién nombrado Hijo Predilecto de Las Regueras en su ensayo “Historia del futuro”, lo que se impone es la “fascinante y poderosa inteligencia colectiva, mucho mayor que la suma de las inteligencias de humanos y máquinas. ¡El más inteligente del grupo es el propio grupo!”. Parece premonitoria esta afirmación del científico, pero es exactamente lo que está ocurriendo y los regueranos implicados, solidarios,  colaboradores y comprometidos, están respondiendo en una especie de “revolución socio-cultural” promovida por personas que tejen redes para que la telaraña sobre la que asientan sus vidas dentro de los pueblos, sea cada vez más sólida; en ello se esfuerzan y la respuesta no puede ser más satisfactoria.

Lejos de los Procustos que describe Jaime Izquierdo en “La gestión creativa del cabreo”, la libertad para trabajar en comunidades vecinales da alas a la imaginación y manos y pies para llevar a cabo multitud de iniciativas que parten como en siglos pasados del pueblo llano, sin que nadie corte las partes que sobran o estorban. En Las Regueras esta nueva generación de vecinos, está construyendo un mundo donde el brillo de cada uno se une para iluminar el colectivo dando lugar una sinergia  hasta ahora desconocida.

 

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