Los agentes lograron identificarle y ponerle a disposición de la fiscalía de Medio Ambiente tras grabarle en plena actuación, aunque huyó por un terraplén con un ejemplar de mediano tamaño
Redacción/Grado
Un vecino de Salas de 43 años ha sido identificado por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, tras ser grabado pescando salmones en el coto salmonero de La Llonga, en el Narcea, utilizando un fusil submarino. Los hechos ocurrieron el pasado mes de agosto. La investigación, desarrollada por la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, comenzó después de que los agentes de la guardería del Principado alertaran de que se estaban produciendo casos de furtivismo. Se montó entonces un dispositiv conjunto, colocando un sistema de grabación en el coto, a la altura de la localidad de San Bartolomé, que permitió captar a un varón accediendo al río con un fusil de pesca submarina y gafas de buceo y posteriormente, extrayendo un pez de tamaño medio y abandonando el pozo salmonero. «Tras esquivar el dispositivo saltando por un terraplén y huyendo por un canal de riego, el furtivo se da a la fuga, aunque los agentes disponen de las imágenes para identificarlo», señala la Guardia Civil. En colaboración con los agentes del equipo Roca, gracias a las imágenes lograron identificar a un vecino de Salas, que en septiembre fue citado a las dependencias
de la Unidad de SEPRONA de la Guardia Civil de Oviedo en calidad de investigado no detenido como presunto autor de un delito relativo a la Protección de la flora, fauna y animales domésticos. «El investigado acude a la citación y entrega voluntariamente el fusil neumático de pesca submarina que queda depositado en dependencias de la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo a disposición de la Autoridad Judicial y un traje de neopreno negro que supuestamente fue empleado en los días de autos, quedando éste depositado en las dependencias de SEPRONA a disposición judicial», añade la comandancia. El caso ha sido puesto en manos de la Fiscalía de Medio Ambiente del Principado de Asturias.
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