Publicado el: 22 Feb 2022

La iglesia románica de San Pedro de Arroxo ya es Bien de Interés Cultural

La Diócesis de Oviedo recibió ayer la comunicación oficial de que ha culminado el proceso para otorgar la máxima protección a la iglesia románica quirosana, cerrada desde hace cinco años por riesgo de desprendimientos

San Pedro de Arroxo

Beatriz Álvarez/Quirós

La diócesis de Oviedo recibió ayer la comunicación oficial de la declaración de BIC de la Iglesia de San Pedro de Arroxo (Quirós) desde el Servicio de Patrimonio Cultural. El organismo, dependiente de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo, concluye el procedimiento tras la última reunión en Pleno de este órgano. La iglesia goza desde ahora de la categoría de Monumento, y junto a ella queda protegido un perímetro en su entorno. La máxima protección legal llega al monumento románico cinco años después de su cierre al público. Fue en la primavera de 2017 cuando la iglesia románica de San Pedro de Arroxo cerró al público y suspendió el culto ante la amenaza real de desprendimientos de parte de sus elementos arquitectónicos. Esta decisión, que fue tomada por los responsables religiosos a sugerencia de la Consejería de Educación y Cultura, tenía carácter temporal, pero se ha prolongado de forma escandalosa. Frente al desánimo de los vecinos que pensaban que esta situación no iba a tener solución ante la dejadez de los responsables políticos, se iniciaron una serie de reivindicaciones encabezadas en el año 2018 por Concha Masa, diputada en aquel entonces por IU, que puso al descubierto la ausencia del status de BIC de este templo románico, una de las joyas del concejo, algo que todos los agentes implicados (párroco, políticos municipales y vecinos) pensaban que tenía. La declaración BIC es un paso importante, y abre un período nuevo, lleno también de incertidumbre, en el que se tendrán que tomar decisiones para la futura actuación para evitar que siga deteriorándose. Los estudios técnicos encargados por Cultura a Cadesa han descartado la posibilidad de un derrumbe. El arquitecto que llevó a cabo ese estudio en diciembre de 2020, Marcos García, adelantó a este medio que no era tan grave como se puede pensar a simple vista, pero está claro que hay que intervenir. En febrero de 2021 fue el diputado autonómico de Ciudadanos, Fernández Bartolomé quien tras una visita al concejo exigió que se acelerara esta declaración.
El pequeño templo románico situado junto a la AS-229 está construido sobre un terreno inestable que ha provocado la aparición de grietas, el desplazamiento y el hundimiento del edificio. Esta situación se prolonga desde fines del siglo pasado, momento en el que se colocaron testigos de yeso para observar la evolución del problema y se acentuó, cuando en 2014, el párroco junto a responsables de Patrimonio del Arzobispado, se instó a las autoridades políticas a tomar cartas en el asunto. A posteriori y a instancia de la parroquia, los técnicos del Ayuntamiento emitieron un informe en el que se recogía la ruptura de los testigos y «la situación amenazante de las piezas de mampostería de los aleros». Los vecinos criticaron entonces la «desidia» del Principado y ahora estarán expectantes a la espera de que se cumpla con lo que exige esta declaración de BIC.

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