«El cierre de Liberbank pone a Somiedo en riesgo de exclusión financiera», alerta el PP
La portavoz de los populares, Josefina Álvarez, pide un Pleno extraordinario y recuerda que ya en 2016 presentó una moción para evitar la supresión de la oficina bancaria, «y entonces los socialistas votaron en contra»
Oficina de LIberbank en Somiedo
Redacción/Grau
El cierre de la oficina de Unicaja (antes, Liberbank, antes Cajastur) previsto para el 18 de marzo, pone a Somiedo en «riesgo de excusión financiera», según denuncia la portavoz del PP, Josefina Álvarez, que cree que este argumento puede servir para frenar los planes de la compañía, que prevé suprimir cuatro oficinas bancarias en Asturias. «La situación en que queda nuestro concejo no tiene comparación con los otros tres municipios que también se anuncia el cierre de la oficina, porque tienen otras entidades financieras. La forma que puede salvar esta situación y que no de lugar al cierre de la oficina en Pola, es tener en cuenta que Somiedo es un concejo con riesgo de exclusión financiera y que además tiene una población muy envejecida que se verá obligada a desplazarse hasta Belmonte para gestionar sus trámites bancarios, esperamos que la normativa europea no lo permita». El PP ha pedido la convocatoria urgente de un Pleno extraordinario para debatir la estrategia municipal para evitar el cierre, que también ha suscitado un rechazo frontal en el equipo de gobierno, del PSOE. «Somiedo es el concejo más pobre en renta per cápita de Asturias, cuestión que obviamente coadyuva a la ausencia de interés para las entidades bancarias, ahora no sirven lamentaciones señor alcalde, cuando desde 2016 hemos ido a menos y llegamos a esta situación. Estos concejales le proponemos la convocatoria de un pleno urgente para tomar las medidas oportunas y necesarias para evitar el cierre de la oficina».
La portavoz de los populares somedanos destaca que la amenaza de cierre de la oficina se cierne sobre el concejo ya desde 2016, cuando llevó al Pleno municipal una moción para evitar el cierre de las oficinas de Cajastur en Pola y La Rieera, que se incluían en un plan de supresión de 17 oficinas de Asturias, «moción que contó con el voto contrario del Alcalde somedano, a pesar de que éste ostentó el cargo de consejero en la extinta entidad Cajastur, desde el 11 de febrero de 2003 y hasta que los socialistas decidieron dilapidar el patrimonio de todos los asturianos», critica Josefina Álvarez, que concluye que el anuncio del cierre «supone un nuevo golpe en la línea de flotación del municipio, auspiciada con suficiente antelación por la oposición sin que desde las filas socialistas se hiciese nada más que privatizar la entidad de todos los asturianos y hacer caso omiso de las consecuencias inminentes de tan nefasta decisión que ahora afloran como consecuencia lógica de sus desafortunadas actuaciones anteriores».
