Udrión sufre vertidos de aguas negras junto a una captación de agua potable

La asociación de vecinos El Furacón exige al Ayuntamiento que ejecute ya el saneamiento del pueblo, que pese a tener la depuradora carece de conexión y sigue vertiendo directamente al río y a una ciénaga

Aguas fecales junto a la captación de agua potable

Redacción/Trubia

Los vecinos de Udrión llevan décadas (desde los años 80 del pasado siglo) con una red de saneamiento que acaba en una ciénaga de aguas negras, y en otro punto se vierte directamente al Nalón. Entre tanto, en su vega está la depuradora que trata los residuos de Trubia y su entorno. La asociación de vecinos El Furacón lleva años exigiendo al Ayuntamiento de Oviedo que solucione el problema de los vertidos del pueblo, pero hasta ahora ha habido promesas pero pocos hechos. «Queremos denunciar una vez más el estado calamitoso de la red de saneamiento de nuestro pueblo. A pesar de tener instalada en nuestra vega una depuradora que recoge las aguas residuales de Trubia y su entorno, buena parte de las viviendas de Udrión vierten sus aguas residuales directamente (sin tratar) a dos puntos del río Nalón. Llevamos denunciando esta situación al Ayuntamiento de Oviedo desde el momento mismo de la creación de nuestra asociación, hace ya más de cuatro años. Desde entonces hemos recibido por parte de las diferentes corporaciones muy buenas palabras y promesas de solución a este grave problema de salubridad y salud pública. A día de hoy seguimos esperando actuaciones concretas que nunca llegan», critican los vecinos.

Aguas fecales en un camino

«La situación, lejos de solucionarse, se agrava día a día. Una tubería que vertía aguas fecales a una de las vegas del pueblo, ha colapsado y ahora vierte directamente a un camino vecinal y a escasos metros de una toma de aguas para consumo  humano, con el consiguiente peligro de contaminación de las mismas», denuncian los vecinos, que no se explican porqué se sigue sin resolver el problema. «Creemos que no es una cuestión de falta de dinero, acabamos de conocer que hay un remanente  de tesorería de más de cien millones de euros en nuestro ayuntamiento y que, por otra parte, solo se ha ejecutado una mínima cantidad de los treinta millones previstos para inversiones el año pasado. Si no es una cuestión de escasez de recursos económicos, nos preguntamos ¿a qué se debe esta falta de respuesta a un problema tan grave?».