El Villar, un colegio muy poético
El colegio trubieco celebró el Día Mundial de la Poesía, tras dos años cancelado por la pandemia
Acto del Día de la Poesía en el colegio El Villar/ David Fueyo
David Fueyo/Trubia
El 21 de marzo siempre es un día especial en el colegio de Trubia, un día lleno de versos y poemas. Tras dos años sin poder celebrarse a causa de la pandemia, el día de la poesía vuelve a un colegio, el trubieco, donde se la quiere y se la aprecia. Prueba de ello es el mural que preside el vestíbulo escolar en el que Ana, una profesora de infantil, ha dibujado un paraguas que da cobijo a diversos corazones con los poemas que leerá cada curso, dando a entender que la poesía es más que un ornamento: es aquello que nos dota de significado y nos sirve de cobijo espiritual en las tormentas.
El tema elegido este curso han sido las emociones, aunque también ha habido lugar para un manifiesto por la paz, leído por el delegado de sexto de primaria, así como para el poema “Tristes guerras” de Miguel Hernández, leído de forma simbólica por Mateo, el niño más pequeño del colegio, y por Claudia, la mayor, dando a entender que todos estamos unidos contra la crueldad y la tristeza de la guerra.
En el acto, muy emotivo y lleno de simbolismo tras los dos años de pandemia, ha sido presentado por las dos alumnas más lectoras de sexto de primaria. En el transcurso del mismo se han conocido los ganadores y finalistas del concurso de poemas del centro, “muy reñido y con una altísima calidad” según declaran miembros del jurado que los ha valorado. Los poemas participantes creados por los niños y niñas del Villar pueden leerse por quien lo desee en el blog del certamen “Un Villar de historias”.
Todos los cursos han elegido un poema basado en las emociones, se han leído composiciones en llingua asturiana, en inglés e incluso un haiku leído por parte de su autora. El profesorado en las aulas también ha leído versos de sus poetas de cabecera; así “Pegasos lindos pegasos” de Antonio Machado, o “Vendría la paz” de Gloria Fuertes, entre otros, han sonado hoy en Trubia, un lugar en el que, como ha dicho un alumno en su lectura “en realidad todos los días tienen que ser el día de la poesía”.
El mural colocado en el vestíbulo del colegio
