Publicado el: 13 Dic 2022

El alcalde de Somiedo cambia la ley por la tradición

Josefina Álvarez

Portavoz del PP en Somiedo

Nunca mejor dicho que  el papel todo lo aguanta, desgraciadamente  en política existen personas que incumplen las más elementales normas de convivencia democrática y que una y otra vez  desafían la legalidad, y por desgracia, en Somiedo, sabemos bastante ya de eso, sobre todo cuando el protagonista de tales actitudes no es otro que el propio alcalde de nuestro municipio, y cuando sus prácticas habituales suponen una permanente obstrucción a la labor de los concejales de la oposición. Las declaraciones que Don Belarmino Fernández Fervienza, el alcalde somedano efectuó  a los medios de comunicación  el pasado día 7  de diciembre, a raíz de la denuncia de boicoteo continuo  que la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Junta General del  Principado de Asturias, Teresa Mallada efectuó en su visita a Somiedo, no nos sorprenden en absoluto, forman parte de su ya habitual estrategia para intentar  “matar al mensajero” o  “dar la vuelta a la tortilla”, como se diría vulgarmente, tratando de trasladarnos la responsabilidad por haber denunciado  alguna de las muchas irregularidades que se cometen en el Ayuntamiento de Somiedo con asiduidad: Así por ejemplo, en nuestro Ayuntamiento no se abonan las dietas establecidas por la asistencia a los Plenos municipales, mientras que éstos tampoco se celebran con la periodicidad establecida en el pleno organizativo de nuestra Corporación, y por si fuese poco, tampoco el Sr. Alcalde facilita documentación ni motiva, en su caso, la no entrega de la que solicitamos los Concejales para poder ejercer nuestra labor democrática, y no resulta difícil evidenciar las mentiras en que se parapeta Belarmino para tratar de justificar su actitud, punto por punto.

En primer lugar, intenta el regidor utilizar el ataque como mejor defensa, y para ello expande tinta de calamar, tratando de argumentar que en el Partido Popular se eligen los cargos a dedo, sin embargo, olvida el primer edil que gobierna acompañado de unos concejales que no tienen ningún tipo de competencias atribuidas y que se limitan tan solo a votar en los plenos, ejerciendo así el Sr Alcalde el absolutismo en solitario, y convirtiendo a sus propios compañeros de filas en auténticos convidados de piedra. 

Se defiende el regidor señalando que por tradición abona las dietas a fin de año, a los proveedores a más de 6 meses aunque curiosamente no sucede así con su salario, en una suerte de “Ley del embudo” que reserva la parte estrecha para los demás y la ancha para sí mismo, y mientras tanto, omite la celebración de varios plenos ordinarios con la periodicidad acordada, y hurta a los Concejales de la oposición el acceso a la documentación que solicitamos para tratar de ejercer nuestra labor con dignidad y rigor.

Así por ejemplo, con respecto a las afirmaciones del Alcalde de Somiedo sobre las dietas correspondientes a los años 2020 y 2021 las abonó el 13 de agosto de 2022, lo cual acredita que evidentemente está mintiendo y los plenos celebrados antes de 13  de agosto de 2020 los está abonando a más de dos años vista, por tanto, lejos de ser una tradición, más bien se trata de una venganza que hemos denunciado ante el Defensor del Pueblo, el cual ha solicitado al Alcalde que acredite el pago de las dietas a los concejales, cantidades exiguas (80 € por cada asistencia a pleno) que únicamente permiten no tener que adelantar el dinero necesario para abonar el combustible para la asistencia a los plenos.

En cuanto a la entrega de documentación solicitada para realizar nuestra labor, debemos recordarle a D. Belarmino que aún existe entrega pendiente de documentación solicitada en 2020 y 2021, que nunca nos ha sido entregada, sin olvidar que del año actual 2022 prácticamente no se ha entregado ninguna, cuestión que también nos hemos visto obligados a poner en conocimiento del Defensor del Pueblo, que por supuesto ha requerido al Alcalde en nuestro favor, entendiendo que se lesiona el derecho fundamental del edil a la participación política con tales actitudes, infringiendo la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local. 

Retomando la periodicidad de celebración de los plenos ordinarios, y según lo acordado en el pleno organizativo, éstos deben celebrarse el segundo miércoles del mes de enero abril julio y Octubre de cada año, lo que implica la escasa celebración de cuatro plenos anuales, sin embargo , el de fecha 13 de abril de este año no se celebró, el del 8 de enero 2020 no lo celebró, al igual que los de fechas 8 de abril 2020, el de 8  julio de 2020, pues a pesar de encontrarnos en pandemia, podrían haberse celebrado perfectamente de forma telemática, y lo mismo sucedió con el pleno de fecha 14 de julio2021 y 13 de octubre de 2021, aprovechando la excusa de la baja del secretario municipal, cuestión que tampoco disculpa la no celebración de plenos, dada la posibilidad de nombrar un secretario Accidental, o solicitar un sustituto, pues si sumamos el escaso número de Plenos previstos, con la utilización de excusas para su no celebración, obtenemos como resultado la práctica anulación de la actividad política en Somiedo, aún más agravada si a todo lo anterior sumamos la negación de toda la documentación que se solicita al consistorio y que no se nos facilita nunca. Y de todo lo anterior, parece ser que los culpables somos, inexplicablemente, los Concejales de la Oposición, y somos culpables por pedir que se respete la Ley y la democracia, que se nos facilite documentación, o que se celebren los plenos previstos, pero lo más grave es que ahora que el Defensor del Pueblo nos da la razón, seguramente también será culpable a ojos de D. Belarmino. Le recuerdo que judicializa quien no cumple la ley.

A los anteriores incumplimientos del regidor somedano se suma una interminable retahíla de otros agravios, tales como el hecho de no relacionar  los contratos menores, o no publicar todas las actas de los plenos al tablón de anuncios, cuestiones todas ellas que hacen un flaco favor a la democracia, que nosotros denunciamos, y de las que obviamente somos víctimas y no culpables, por más que el Alcalde se empeñe, como decíamos anteriormente, en darle la vuelta a la tortilla y trasladarnos la responsabilidad que no nos corresponde.

Y como resumen de todo lo anterior, debemos recordar algunas de las sugerencias que el Defensor del Pueblo dirige a D. Belarmino, como por ejemplo que se convoquen las sesiones ordinarias del pleno municipal con la periodicidad establecida, que se proporcione al edil acceso a la información solicitada en varios escritos o que se proceda a ordenar el pago de las cuantías adeudadas a los concejales en concepto de dietas y asistencias, todas ellas, señalando los preceptos legales infringidos por el Sr Alcalde y que al día de la fecha no han sido cumplidas, quizás ahora la culpa sea también del defensor del pueblo, pero nunca de D. Belarmino, que se encuentra siempre por encima del bien y del mal y que traslada por norma a los demás la responsabilidad de sus incumplimientos, por el simple hecho de denunciarlos.

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