Diego Medrano [Ese Oviedo golfo] La golfemia de la calle de la Lila siempre fue parpadeante, constante, negra y muy divertida. En los bajos las sidrerías bohemias –Muñiz a la cabeza- con mucho vaso y voces de periodistas alcohólicos, periodistas voceras, mártires de la letra impresa y el folio arrugado, los últimos grandes periodistas...