Por Juan Carlos AVILÉS [Un madrileño en la corte del Rey Pelayo] Los hay de mil y una formas y expresiones: con cara de ajo, llorando a moco tendido, riendo a mandíbula batiente, guiñando un ojo, sacando la lengua… y casi todos plasmados sobre un orondo y resplandeciente sol que aquí sí sale para todos....