Según la organización ecologista, el Principado retira anualmente cerca de 30.000 cadáveres de animales domésticos
La asociación estima que los cánidos matan unas 3.000 cabezas de ganado anuales, y augura que la cifra seguirá creciendo si el Principado no cambia de política
Redacción/Grado
El Principado, a través de la empresa Proygrasa, retira al año más de 25.000 cadáveres de animales domésticos, carroña que tradicionalmente quedaba en el monte y servía de alimento a la fauna salvaje. Su recogida masiva es una de las causas del aumento de los ataques de lobos a la ganadería, según denuncia el Fondo de Protección de la Naturaleza (Fapas), que acaba de hacer público un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela, que detectó en Galicia una correlación entre la retirada de cuerpos de animales y el aumento de los daños de los cánidos a las explotaciones ganadera, en un territorio «cuyas características en la ecología y distribución del lobo son equivalentes a las de Asturias».
FAPAS ha recopilado los datos de retirada de cadáveres con los de los daños del lobo reconocidos por la Administración regional, y encuentra que en Asturias se produce la misma correlación, entre la ausencia de carroña en los montes y el aumento de los ataques. Según los datos que la organización ecologista recabó de la Administración asturiana y publicó hoy, en 2015 se produjeron 3.032 ataques de lobo a la cabaña ganadera, y en 2014, los daños fueron similares, 3.039. En 2011, primer año del que facilita el dato, los daños fueron sensiblemente menores, alcanzando los 2.688 animales atacados.
En cuanto a la retirada de cadáveres de animales, un trabajo que desarrolla la empresa pública Proygrasa, se pasó de un trabajo residual, de sólo 190 cadáveres en el año 2.000, a los 29.958 del año 2015, y a los 26.045 del año pasado.
«Del análisis de la información se desprende una correlación entre retirada de cadáveres y daños de lobo durante el periodo de 20011 a 2015 con una clara tendencia a encontrarse equiparados los datos entre ambas situaciones. Tal como ocurre en Galicia, la retirada masiva de cadáveres en Asturias mantiene constante los daños de lobo a la ganadería doméstica con una tendencia al alta y nunca a disminuir», concluye Fapas. Para la organización ecologista, «resulta paradójico que mientras los daños de los lobos sobre ganado doméstico, unos 3.000 al año, frente a la media de 30.000 animales muertos por otras causas, 10 veces menos, se haya creado sobre el lobo la imagen de que es la principal causa de derrumbe de la ganadería de montaña».
Fapas sostiene que «en el caso del lobo, la Administración Regional está llevando a esta especie a una situación límite, forzándola en muchas áreas de Asturias a una exclusiva alimentación basada en la captura de ganado doméstico, pues a la retirada constante de carroñas, se junta la espectacular caída de las poblaciones de jabalí y ciervo, especies silvestres que son en la actualidad las que forman parte de su alimentación al ser sus presas naturales». Y añade que el propio Plan del Lobo establece que la alimentación natural del lobo, carroñas y fauna silvestre, debe ser potenciada y no eliminada, como asegura que está ocurriendo en la actualidad. La organización acusa al Principado de escudarse en el lobo para no hacer frente a los múltiples problemas de la ganadería de montaña, utilizándolo como chivo expiatorio.La entidad ha remitido su estudio a los diputados asturianos, a los que reclama la reprobación de la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez.
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