El desencanto de la ciudadanía con la clase política es innegable, archiconocido hasta por los políticos y partidos arraigados en el tiempo. De ahí que casi todos se sientan beneficiados con la existencia de Podemos, iguales que los demás pero que ofrecen un discurso en el que pretenden desmarcarse de los políticos al uso. Todos saben que una ciudadanía desencantada y sin esperanza es peligrosa; de ahí que tanto PSOE como PP se sientan beneficiados, la masa ilusionada que movilice Podemos aumentará el índice de participación, situado ya bajo mínimos, dando un poco de legitimidad a las urnas. Digo PSOE y PP porque saben que uno de los dos va a tener que pagar un coste rayando en lo inasumible; pero cada cual cree que va a ser el otro; mi opinión personal es que será el PP.

Todo esto viene a que los políticos tradicionales, a los cuales se suma Foro, se creen por encima de los demás. Un diputado al que tardan más de un mes en dar respuesta a una solicitud ya tiene derecho a dar titulares de reproche, cuando los ciudadanos ante solicitudes llevan esperando años sin respuesta; y lo que es peor negándole la copia de la solicitud, porque el protocolo no lo contempla y los agentes sociales no se quieren enterar. Ahora es más fácil entender las palabras de Felipe Gónzalez "la democracia es cara".