Publicado el: 20 Abr 2015

[Entrevista] «Están despuntando cada vez más nuevas adicciones, como la del móvil e internet»

Mercedes Torres Lobo

Mercedes Torres Lobo

MERCEDES TORRES LOBO, DIRECTORA DEL CENTRO DE REHABILITACIÓN EL VALLE, EN SANTO ADRIANO, EXPLICA QUE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS HAN GENERADO UNA NUEVA ENFERMEDAD LLAMADA NAMOFOBIA

Por Elena NIETO

Elena Nieto/ Tuñón

El Centro de Rehabilitación El Valle lleva casi 30 años de actividad. Mercedes es la directora y nos habla sobre el trabajo que realizan. Son unos supervivientes que han pasado por situaciones muy complicadas en las que las ayudas han sido y son muy justas. En este tiempo ha habido centros que han sucumbido por los recortes. La capacidad de trabajo contra viento y marea y el equipo humano son el valor de esta entidad. Han llegado hasta aquí a base de poner mucho a cambio de poco y a día de hoy siguen manteniendo el buen ánimo y las ganas de trabajar y seguir luchando. “Un proyecto tan pequeño pero a la vez tan complicado solo sale a delante si hay un equipo potente detrás”, nos dice Mercedes…

-Cómo llegaste al valle, a este centro?

-El funcionamiento del centro comenzó con un grupo de profesionales motivados para trabajar en este ámbito, nos juntamos y montamos el proyecto que va para treinta años…

-¿Cuál es tu trayectoria profesional?

-Estudié en Madrid pero mi trayectoria profesional es continua aquí. Estamos centrados en este proyecto porque hay mucho trabajo que hacer.

-¿Qué es el Centro de Rehabilitación El Valle?

-Es un centro residencial asistencial para el tratamiento de todo tipo de adicciones. Un recurso en el que las personas están aquí en tratamiento y residen aquí mientras dura el mismo. Básicamente hablamos de alcohol y drogas ilegales, pero también hay adicciones sin sustancia como puede ser la ludopatía. Empiezan a despuntar otro tipo de adicciones como a las nuevas tecnologías, viene gente que trae este trastorno como un añadido. Todas las adicciones tienen una base conductual similar.

¿Las nuevas tecnologías pueden arrastrar a un individuo a una patología, una dicción?

Hay un porcentaje muy alto de la población de todas las edades que está empezando a tener problemas. La adicción al móvil, a estar continuamente conectado a internet, redes sociales, etc tiene nombre, se llama nomofobia que es el miedo a salir de casa sin el móvil. Las personas reconocen que no tener acceso a internet o no tener el móvil consigo les crea una especie de ansiedad. Esto con el tiempo dará mucho que hablar a nivel clínico.

-¿Por qué se eligió este entorno?

-Lo que se buscaba por aquel entonces era un ámbito en la naturaleza. A las personas que vienen aquí a ingresar, a tratarse, hay que sacarlas de su contexto habitual. Por lo general salen de un ambiente urbano y se entiende que hace falta un cierto aislamiento, que en sí mismo el lugar sea favorecedor del cambio, que sea terapéutico, es algo muy valorado.

-¿El centro funciona como una entidad privada?

-Somos una entidad privada-concertada, una asociación sin ánimo de lucro. Tenemos un concierto de plazas desde hace muchos años con el SESPA. Existen unas plazas concertadas mediante las cuales los pacientes que vienen aquí tienen el tratamiento gratuito. Hay otra parte de las plazas para pacientes que vienen por vía privada.

-¿En qué consisten las ayudas que recibe el centro en cuanto a Instituciones?

-La principal es el convenio de 15 plazas con el SESPA, es la que sustenta el mantenimiento del centro. Contamos con pequeñas ayudas puntuales como La Fundación Caixa y otras ayudas que pueden venir de consejerías como la Consejería de Asuntos Sociales…

-¿Cuántos profesionales trabajan aquí y en qué ámbitos?

-Somos diez profesionales, un médico, dos psicólogas clínicas, educador social, trabajador social, monitores de varios ámbitos…de taller, de intendencia, de tiempo libre…

-¿Los profesionales que trabajáis con personas con adicciones estáis hechos de otra pasta?

-No todo el mundo vale y sobre todo casi ninguno quiere. Es una cuestión vocacional.

-¿Cuál es el perfil del interno/interna?

-Trabajamos con gente mayor, con una edad media que se aproxima más a los cuarenta que a los veinte. Aquí vienen personas que han fracasado en varias ocasiones, con una trayectoria larga de adicción y de deterioro a todos los niveles. En muchos casos hay un trastorno mental paralelo y otro tipo de pérdidas a nivel de vida laboral, familiar, social…

-¿Cómo se ingresa?

-Para los que vienen a través del SESPA hay un protocolo de derivación, ellos acuden a su centro de salud mental de referencia y es el psiquiatra el que o bien propone el ingreso o es el propio paciente quien lo solicita, en este caso el psiquiatra gestiona la derivación que a través de una unidad de coordinación nos llega a nosotros, se pone en lista de espera y cuando le toca se le llama, se le entrevista y se le da ingreso.

-¿Qué tipos de tratamientos se siguen?

-Tenemos un tratamiento integral, significa que todos los profesionales de las diferentes áreas intervenimos pero no de una manera secuenciada o aislada como ocurre en otros ámbitos. La intervención del médico, psicólogo y del educador no son compartimentos aislados estancos sino que están coordinados. Se sigue una línea de coherencia entre los distintos profesionales en la que se suman las intervenciones desde los distintos ámbitos sin obviarse unas a otras, sin solaparse. Esto es una de las bondades de este tipo de tratamiento, te permite controlar la salud orgánica, la psicológica, los hábitos básicos, el ocio y el tiempo libre…todo a la vez.

-¿Existe tiempo mínimo y máximo de ingreso?

-Para los pacientes que vienen a través del convenio con SESPA hay un tiempo máximo relativo de un año. No hay mínimo. Aunque hay unas líneas básicas de programa para todas las personas y unas fases, nosotros trabajamos haciendo una aproximación bastante individual, los progresos que pueda hacer una persona en cuatro meses a otra puede llevarle ocho.

-¿Qué actividades se realizan?

-El tiempo está planificado y programado durante todo el día. Por la mañana se realizan actividades ocupacionales de mantenimiento del propio centro y terapia de grupo con la psicóloga. Por la tarde se hace terapia de grupo con otros contenidos con el educador o la trabajadora social. El deporte es diario y las actividades de tiempo libre. La atención sanitaria es un taller específico de educación para la salud. Existen otro tipo de talleres con es el de musicoterapia que incorporamos hace poco.

-¿Cómo se relacionan entre sí los internos?

-Es un centro relativamente pequeño con un máximo de 25 plazas. No todas las personas están aquí simultáneamente, no están aislados, sino que hay personas que hacen salidas a sus casa. Hay un grupo pequeño que permite un ambiente familiar donde se relacionan durante muchas horas conviviendo juntos, p durante un período de su vida esta es su casa, por lo tanto la relación es bastante cotidiana y familiar.

-¿Se sigue algún tipo de disciplina?

-Hay un reglamente de régimen interior con unas normas. Las actividades son de obligado cumplimento, el horario es estricto para cada actividad.

-¿De qué zonas de la geografía española vienen los enfermos?

-Las personas que ingresan a través de SESPA deben ser residentes del Principado de Asturias, los ingresos por vía privada viene de todas las zonas, Canarias, Madrid, Galicia, Alicante, Toledo…

-¿Es requisito imprescindible que ingresen por voluntad propia?

-Sí, absolutamente imprescindible. No se trata de administrarles un tratamiento de forma pasiva, es un proceso en el que se tiene que participar de forma activa sino no vale. Debe haber una colaboración por parte del paciente.

-¿Cómo responde la familia ante el ingreso?

-Casi siempre siente alivio ante el ingreso del familiar, sea hijo, hermano, marido…vienen de situaciones muy complicadas donde se generan muchos conflictos en la familia. A veces nos encontramos con dependencias afectivas y emocionales muy importantes como madres que tienen una vinculación absolutamente excesiva con su hijo y les resulta muy duro separarse. La separación y el ingreso debe entenderse como un período más de la vida. Generalmente, los que tienen familia de referencia empiezan a hacer salidas a casa a partir de los tres meses, hay casos en los que el paciente no tiene donde ir.

-¿Se organizan actividades fuera del centro?

-Se organizan de dos maneras, una a nivel individual planificando salidas a sus casas con diferentes objetivos según el momento, las posibilidades, la orientación que haya que seguir con cada persona incluso la duración de la salida, frecuencia, etc. A nivel grupal se organizan sobre todo excursiones por la zona, Senda del Oso, Telecentro de Proaza, a veces con todo el grupo y otras con un grupo reducido. Las salidas son siempre bien recibidas por parte de los internos

-Haciendo una estadística mental, ¿cuál sería el balance en cuanto a enfermos que ingresan y se rehabilitan y los que abandonan?

-La mitad de los enfermos sale con alta terapéutica. Según La Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad crónica recidivante, que reincide en el paciente. Teniendo en cuenta que de por sí ya es un trastorno complicado, le sumamos que nosotros trabajamos con el perfil más severo, el más grave. Nosotros estamos relativamente satisfechos con el nivel de altas terapéuticas que tenemos.

-¿En qué momento una persona se da cuenta de que tiene una enfermedad adictiva? ¿cómo es el proceso?

-Casi siempre implica en un primer momento la negación del problema, forma parte del propio desarrollo del trastorno, luego o bien por insistencia de las personas que le rodean o bien por las pérdidas hacen que salgan de la negación, aún así a veces hay que empezar por ahí, por trabajar la conciencia. En la mayoría de los casos es el propio proceso de deterioro el que lleva a acabar reconociendo el problema.

-¿Vivimos en una sociedad que esconde las adicciones o las normaliza?

-Algunas sí como las tecnologías que está completamente normalizado hoy día, como en su momento cuando empezó la cocaína que era bien vista, de gente moderna incluso triunfadora y con el tiempo eso va cambiando, no en todos los casos. En la actualidad el alcohol culturalmente tenemos normalizado un tipo de consumo que en muchas ocasiones deriva en una dependencia grave.

-¿Dónde se da más en zonas rurales o núcleos urbanos?

-En cuanto al alcohol en España en general y en Asturias en particular en el ámbito rural muchísimo, está muy normalizado en adultos, lo mismo que el inicio de consumo en jóvenes

-¿Recuerda algún caso que haya sido particularmente emotivo?

-Aquí las emociones están muy a flor de piel, trabajamos con personas en situaciones muy extremas, muy límites, ves a la gente muy desesperada, tanto a los propios pacientes como a las familias. Gente muy vulnerable con graves trastornos y con poca capacidad para manejarlos. La emocionalidad es nuestro material de trabajo.

-¿El humor es importante?

-Importantísimo, de hecho es uno de los factores que nosotros manejamos aquí, precisamente porque trabajamos con situaciones muy crudas, muy dramáticas, traumáticas muchas de ellas…, introducir ahí el factor del humor, con respeto siempre por supuesto, ayuda a desdramatizar, a suavizar, a colar mensajes, a hacer llegar mensajes. Lo utilizamos bastante, y ya no solo hacia los pacientes sino entre nosotros mismos para sobrevivir, para sanear nuestra salud mental porque sino acabaríamos abrumados.

-¿Y alguna anécdota?

Tantas…podríamos hacer un libro de anécdotas…

-¿Se cambia la vida aquí?

-Sí, hay gente que sí. Esa es la posibilidad que ofrecemos, nosotros tendemos la mano para quien la quiera coger. No hacemos nuestro trabajo de forma rutinaria, ponemos la piel cada día.

Mantener después de tantos años el equilibrio no sale por generación espontánea, hay que cuidarlo. Un equipo en el que algunos llevamos muchos años juntos es quizá el gran valor, hay convencimiento de lo que hacemos y de que merece la pena. Estamos todos a una en esa dirección poniendo horas y dedicación, ese es el compromiso que tenemos, estamos bregados en el trabajo duro.

También hemos incorporado a gente nueva en el equipo, gente joven, la experiencia de los que llevamos más tiempo sumado al entusiasmo de los más jóvenes da color y compensa, es un equilibrio.
-Ofrecéis la posibilidad de que jóvenes que estén acabando su carrera realicen aquí el Prácticum…

-Hemos tenido a dos psicólogos, educadores sociales, trabajadores sociales Ahora hay con nosotros un integrador social. Es el contacto con la realidad. Aquí se vive un cuerpo a cuerpo muy directo con los pacientes, no lo hay en muchos sitios. El conocimiento de casos muy complicados y el contacto directo es para un profesional que de verdad le guste su profesión un material de primera para aprender.

-¿Es difícil no involucrarse emocionalmente?

-Es muy difícil, aquí las emociones están en relieve siempre y eso es un proceso que cada uno tiene que ir trabajando todos los días. Las situaciones son muy límite y el contacto con los pacientes es muy directo, utilizamos la empatía.

El roce es cercano y saber mantener el punto justo es difícil. La autoridad tenemos que ganárnosla si queremos que nos respeten, deben autorizarnos los pacientes.

Nunca se deja de aprender, seguimos sorprendiéndonos y eso es bueno. Las drogas no es un fenómeno que permanece inmóvil, desde los años ochenta hasta ahora ha habido una evolución desde sustancias hasta el tema de la incorporación de la salud mental. Hace años no se hablaba de los trastornos mentales, más tarde hubo una eclosión de la patología dual, trastornos de la personalidad, del estado de ánimo bipolar, depresivo, esquizofrénico…Te mantiene vivo porque hay que estar continuamente formándose como profesional, actualizándose y poniéndose al día.

La sociedad cambia y esto es un proceso en el que hay que estar renovando conocimientos.

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