EL EDIL SOCIALISTA, IU Y LOS NO ADSCRITOS SE ENZARZAN EN DESCALIFICACIONES MUTUAS EN UNA SESIÓN EXTRAORDINARIA DE 30 MINUTOS QUE EL ALCALDE ZANJÓ EVITANDO QUE LA SANGRE LLEGARA AL RÍO

El mandato acaba casi a navajazos en Teverga. El pleno extraordinario convocado a instancias de IU y de los No Adscritos y celebrado esta mañana pretendía facilitar el derecho a réplica que otorga el artículo 46 de la Ley de Bases de Régimen Local a los ediles de la oposición, que tuvieron que aguantar en el último pleno del 27 de abril  un chaparrón de descalificaciones del concejal del PSOE José Manuel Boto. Boto, que no repite en la lista que preside la candidatura del actual alcalde Belarmino Álvarez, muere matando y poniendo de los nervios a toda la oposición, salvo al edil de Foro Luis Álvarez, que rehusó intervenir. La caja de los truenos se había abierto en el anterior pleno, en el que el alcalde dio la palabra a los concejales para que se despidieran de la corporación brevemente. Boto, en su turno, monopolizó prácticamente la sesión, algo que le llamó la atención a la portavoz de IU, María Amor Álvarez, quien nunca le había visto intervenir en un pleno «y la única vez que lo hace es de lo más desafortunado».

La sesión comenzó con una previa presentación del alcalde, quien en tono grave y escueto, previendo que la sesión podía acabar a navajazos (en el sentido metafórico, se entiende) dijo: «cíñanse al tema o les corto», dijo.

La portavoz de IU acusó a Boto de haber estado soltando «vaguedades y juicios de valor» en el pleno anterior durante su intervención y, seria y malhumorada, le dijo que analizar los sentimientos de los demás «no es algo adecuado en un foro como este. Si nunca intervino en los plenos no entendemos que en su despedida se dedique a poner a caldo a todos».

Álvarez insinuó que el edil del PSOE debería ser moderado en sus intervenciones «porque todos sabemos que tuvo una empresa que tenía convenios con el ayuntamiento y no era precisamente una ONG. Trabajar por Teverga lo hacemos todos, y más los vecinos. Y los demás hacemos lo que podemos», se defendió la edil de IU, que criticó que Boto llamara «concejal justiciero» a su compañero de grupo Luciano Zapico, apelando a cuestiones personales.

Zapico tomó entonces la palabra y fue breve porque «lo que pido es que los vecinos escuchen la intervención grabada del señor Boto en el pleno pasado y lo valoren por sí mismos» (ver vídeo del pleno del 27 de abril).

La concejal independiente del grupo de los No Adscritos Vanesa Alonso recriminó a Boto que viniera al pleno a traer cuestiones personales «si tiene algo que reprocharme me lo dice en la calle, o tomando un café, pero no aquí, porque yo también tengo una valoración sobre usted y no la digo.»

El gran protagonista de la sesión fue Jesús Alonso Naves, edil independiente, que se dirigió a Boto para decirle, leyendo un texto que había preparado, que le daba igual su opinión aunque «lo que no podemos permitir es que nos designe con comentarios difamatorios contra representantes de los vecinos democráticamente elegidos». También denunció la «pasividad del alcalde» por no evitar sus descalificaciones en el pleno del 27 de abril. Prosiguió con Boto, al que le preguntó si tenía un título en psiquiatría o psicología «para valorarnos así. Nunca habló conmigo y ya conoce perfectamente mis sentimientos». Se defendió de las acusaciones del edil socialista y en referencia a mafias y capos (tema que había mencionado Boto en el anterior pleno) dijo «los que se han beneficiado ilegítimamente de mafias y capos han sido ustedes, que llevan 30 años gobernando».

Inmediatamente surgió el tema sensible que causó el maremoto en la última sesión. Boto había acusado entonces a Naves de haberse quedado y hecho desaparecer unos avales que él había recogido en 2013 en Gijón en apoyo de la candidatura de Teverga como pueblo ejemplar. Para Naves, tal acusación es «ridícula y torticera porque por aquella época yo estaba en la comisión organizativa de la candidatura al Pueblo Ejemplar y ni le conocía a usted». Naves pidió una condena del pleno a Boto por su actitud.

En su intervención Boto arrancó con una cita de Luther king «para tener enemigos no hace falta hacer guerras, basta con decir solo lo que se piensa». Inmediatamente empezó a relatar que hace dos años hubo una campaña contra el alcalde por el tema de la contratación de su hija en el Plan de Empleo. En ese momento Belarmino Álvarez interrumpió a su compañero y le advirtió que se ciñera al tema.

Boto retomó entonces el asunto de los avales de Gijón: «Los había dejado en 6 establecimientos hosteleros de teverganos en Gijón. Dejé sobres con fotocopias y en uno de esos locales, que era de su cuñado (en referencia  a Naves)». Acusó al edil no adscrito de mentir porque «usted lo sabía». «Su cuñado me dijo que le había entregado los avales a usted porque era concejal para que pudiera hacerse con los honores. Solo quiero que pida perdón, ni siquiera le llamo mentiroso porque para ser mentiroso hay que ser inteligente y usted es más bien cortito».

La intervención de Boto suscitó, como era de esperar, la reacción de Naves, quien insistió en que no había traído a Teverga ningún aval: «Mi cuñado los había perdido y me pidió fotocopias de los avales para intentar arreglarlo e ir a pedir más firmas porque quedaba poco tiempo. Luego se los dieron a mi mujer y me los hicieron llegar a Teverga. Pero yo no fui a por ellos, ni los traje a Teverga. De hecho no conocía a Boto».

En ese momento el alcalde decide que se termine el pleno y levanta la sesión. Entonces, la concejala socialista Susana Fernández increpó a Naves y le dijo que con su último testimonio «queda demostrado que mintió». Mientras los concejales se iban levantando, Naves seguía defendiéndose de las acusaciones en mitad de un barullo que fue apagándose poco a poco.