Que La Flor de Grado es una fiesta de interés turístico, cultural, gastronómico y hasta económico, no lo duda nadie, salvo el Principado de Asturias. Las sucesivas corporaciones municipales han solicitado desde hace seis años que se declare esta fiesta como «de interés turístico regional» sin éxito. Si cuando se pidió inicialmente en 2010 no reunía el requisito de llevar celebrándose cinco años (era su tercera edición), cuando sí los cumplió tampoco se les concedió tal mérito. Eso sí, el Consejo de Gobierno aplaudía la iniciativa e instaba al Ayuntamiento a presentar nuevamente la candidatura cuando se cumpliera el requisito de antigüedad de uno de los eventos que se celebran durante la Flor, y que en este caso lo singularizan el Certamen de la Faba Asturiana y productos afines.
Pero o alguien mentía o solo eran buenas palabras, porque, como explica la concejal Elsa Suárez, primera teniente de alcalde, «en el 2014 se volvió a intentar y fue denegada de nuevo. Esta vez en el expediente no figura una explicación por parte de la Consejería del porqué de denegación. Simplemente que no cumple con los requisitos».
La Declaración de Fiesta de Interés Turítico Regional es aprobada por el gobierno del Principado para ayudar a promocionar la fiestas y el atractivo de Asturias. Para ello se busca la protección de fiestas tradicionales que impulsen los valores culturales de una localidad. En el caso de La Flor es una fiesta que se desarrolla en fecha más o menos reciente (2008) aunque no es más que una expresión estacional de una actividad milenaria en Grado como son sus mercados, en donde predomina el producto autóctono. «Antigüedad, arraigo, difusión, calidad y singularidad» son los requisitos que una fiesta debe garantizar para obtener tal distinción. Todos ellos se cumplen, como lo demuestra que las miles de personas que acuden cada año a La Flor consideran esta fiesta como de toda la vida de Grado. La propia consejera de Medio Rural María Jesús Álvarez acudió a la última edición destacando la importancia de la misma con su presencia.
Otro requisito es la necesidad de que existan equipamientos óptimos para el desarrollo de la fiesta, algo que es evidente que se cumple con creces. La antigüedad mínima que se exige es de diez años, salvo si la fiesta tenga un carácter gastronómico ligado a productos representativos del Principado. La Flor es también la fiesta de la faba y el gochu asturcelta, productos representativos de Asturias. Además, los diferentes restaurantes realizan jornadas gastronómicas. Sin embargo y pese a todo, Grado sigue sin tener a su fiesta con la declaración de interés turístico, lo que ha movido al actual equipo de Gobierno a demandarla ante la Administración Regional entender que reúne todos los requisitos para ello.
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Hay un error en la noticia. Está documentado que La Flor se celebra, al menos desde el siglo XVIII, no desde 2008