Cada vez que compro pechugas las traigo enteras y las corto y preparo yo a mi manera. Siempre guardo los solomillos para luego hacerlos por si solos en otros platos. Estos los llevaba guardando para una receta que había visto, pero que al final no conseguí encontrar por ningún lado. Entre tanto marimagnun de revistas cualquiera la encontraba si no lo tenía apuntado, como normalmente suelo hacer con las que me interesan. Pues eso, que se traspapeló, pero los solomillos ya estaban descongelados, así que tocó improvisar.

Recordé una receta que hacía mi amigo Toni con los tacos de pollo y buscando algún vino o licor que ponerle en el mueble bar encontré una botella de Canei que, a saber lo que allí llevaba…  En mi casa te encuentras botellas con solera con mucha facilidad. Vamos que eso demuestra lo que nos gusta el trinki, ¡ ja, ja, ja, ja!. Pensé incluso que no estaba buena pues no era el color típico del Canei sino algo mas oscurito. Y remezclando la receta de Toni con unos solomillos que hago a menudo, salió esta cazuela tan rica que con solo mirarla da una idea de lo buena que tiene que estar.

1. Salpimentamos los solomillos de pollo.
2. Envolvemos cada solomillo con una loncha de beicon y la sujetamos con un palillo.
3. Ponemos al fuego con aceite una sartén amplia que veamos que va a hacer luego todos los solomillos. En ella doramos un poquito los solomillos. Los retiramos y reservamos.
4. Pelamos la cebolla y la cortamos muy menuda.
5. Lavamos los pimientos y los cortamos en cuadraditos pequeños retirando las semilla y los nervios blancos.
6. Salteamos ambas verduras en el mismo aceite que hemos sellado los solomillos. Salpimentamos.
7. Cuando estén ya blanditas añadimos los solomillos y a continuación los champiñones escurridos. Yo prefiero los que son mini, bonduelle tiene unos así.
8. Agregamos el vino y dejamos cocer unos 10 minutos a fuego suave.

Gentileza de Be cocina en el Payar de Xuan