Una misa y un pincheo popular sirvieron para inaugurar el templo rehabilitado

Los vecinos de Somines han cumplido su objetivo. Hoy por fin, después de tres semanas de obras, pudieron inaugurar «por todo lo alto» (con una misa y un pincheo popular), su ermita de San Bartolomé, que se presentaba impoluta para la ocasión. El presupuesto de la obra superó los 3.000 euros, de los cuales 1.400 euros los aportaron los propios vecinos, 700 euros el Arzobispado de Oviedo y el resto la empresa constructora Cat, de Gijón, cuyo responsable tiene casa en Somines y está, por tanto, vinculado al pueblo. Unas cincuenta personas acudieron hoy a la misa de doce que ofició el cura de Grado. Luego, en el prau de la iglesia, hubo un pincheo para festejar la inauguración. Además acompañaba un buen día.  La ermita ha sido revocada, se ha pintado, se le ha instalado piso nuevo y se han arreglado las goteras del techo. Fue edificada en el siglo XIX y tiene una protección parcial en el catálogo de patrimonio histórico del Ayuntamiento de Grado.