Los pudin suelen llevar la etiqueta de recetas de aprovechamiento, pues son grandes maneras de aprovechar tanto pan duro como restos de bizcochos o magdalenas resecas e incluso fruta madura. Y eso es justamente lo que me pasaba a mi, que tenía a punto unas magdalenas de las envasadas casi para caducar. Como no suelo comprarlas mucho, el paquete se quedo allí abierto y aunque estaban envasadas individualmente tienen su fecha límite. Y para colmo había en el frutero una triste manzana que estaba empezando a arrugarse. Aparte necesitaba también emplear huevos, que las gallinas están descontroladas; el día que dejen de poner como lo hagan todas a l vez veréis ¡ja ja ja ja!

Vamos, que de aprovechamiento total ha resultado para mi este pudin. Pero que ricos quedan ¿verdad?. En casa han probado una nueva manera de comerlo, salseándolo con cuajada-barreña batida ligera y la verdad quedó de lo más rico y lo hace también mucho mas fresco, incluso en el verano acompañado con unas bolas de helado del sabor de la fruta que lleva tiene que estar riquísimo. Una receta a la que darle mucho toques.

1. En un cazo ponemos el azúcar con unas gotitas de agua ponemos a fuego suave para que se vaya disolviendo el azúcar. Cuando esté toda disuelta dejaremos que coja el color dorado que mas nos guste.
2. Vertemos el caramelo en un molde y lo movemos para que lo cubra.
3. Batimos los huevos con la leche condenada.
4. Pelamos la manzana, la cortamos en cuartos y le quitamos el corazón. Ahora la cortamos en láminas finas.
5. Cortamos las magdalenas en rodajas.
6. Vamos formando capas con las rodajas de magdalenas y las láminas de manzana alternativamente.
7. Vertemos los huevos sobre el molde y dejamos reposar un poco para que las magdalenas ablanden.
8. Mientras precalentamos el horno a 200º y calentamos un cazo de agua.
9. Cocemos el pudin al baño maría en el horno hasta que esté cuajado, para ello comprobamos con un palillo o cuchillo.
10. Desmoldamos cuando esté frío.

Gentileza de Be cocina en el payar de Xuan