Redacción / Grado

El ex coordinador federal de IU, Cayo Lara, calificó ayer en Grado de «despropósito» lo ocurrido en la última semana en el país y concretamente en el seno del PSOE. «Lo que ocurrió ayer (por el sábado) en la sede de Ferraz ha sido una victoria de las oligarquías del país, de los grandes poderes económicos, del propio Rajoy, que parece que, finalmente, se salen con la suya de que Rajoy, al que sustenta el partido más corrupto de Europa, va a continuar de presidente del Gobierno».

«El golpe interno del PSOE va más allá del propio partido al frustrar una alternativa de cambio», algo que, enfatizó Lara, «significa la desesperanza porque Rajoy es la persona que ha aplicado políticas de recortes durísimas, que ha hecho la reforma laboral más dura que se ha conocido en el periodo de la democracia, que además es un partido que se ha sustentado en tramas de corrupción».

Y la crisis del PSOE , añadió «viene a apuntalar la continuidad de unas políticas lesivas para la gran mayoría lo que supone una desgracia para la izquierda y para la esperanza de una buena parte de la ciudadanía que todavía confiaba en la posibilidad de un acuerdo de las fuerzas de progreso».

Para Cayo Lara en estos momentos, en el panorama político nacional solo quedan dos alternativas: o la abstención o unas terceras elecciones ya que el intento de formar un gobierno de cambio, a su juicio posible, «ha quedado descartado con el descabezamiento de que fuera líder del PSOE, Pedro Sáncjez.»Queda o bien la abstención, que es lo que ha estado pidiendo desde el principio Rajoy, Felipe González y que han pedido los hombres de dentro del PSOE que, repito, están al servicio de las oligarquías y los grandes poderes financieros… Y la otra alternativa que quedaría que serían las elecciones».

El gran problema es que, a juicio de Cayo Lara, en unos nuevos comicios el PP podría consolidarse aún más por lo que, dijo, «lo que ha pasado en el PSOE solo puede tildarse como de mala noticia».

Cayo Lara participó en Grado en un acto político organizado por Izquierda Unida en ese concejo, la tradicional ‘corderada’ en el que participaron cientos de personas, y al que asistieron representantes de la práctica totalidad de las agrupaciones de Asturias de esta formación política.