Por Belén GARCÍA SUÁREZ

Quien viva en el campo, tenga huerto y que nunca haya probado esta receta creo que tiene mucho delito, casi, casi, pena de cárcel. Pero la acelga es una verdura que no sé porqué en mi casa no he visto plantada nunca. Se cultivaban y se cultivan muchos tipos de verduras, pero la acelga nunca. Y cada vez que la veía por los blogs o las publicaciones me entraban unas ganas de probarla locas. Lo que pasa que cada vez que iba a la frutería y las veía, las pencas eran tan delgadas y estrechas que me decía que era imposible hacer este plato con ellas. Así que cuando el otro día vi un buen manojo, no lo dudé y lo metí en la cesta. Eso sabiendo todo lo que me iba a trastocar la programación semanal de menús que hago; en lo que tan solo cabe su alteración para emplear sobras. El caso es que yo no dudé ni un segundo en al día siguiente ponerme manos a la obra. No me defraudó para nada. Lo que mas me gusto es que aunque el plato lo veis presentado así, que es como yo lo comí, a los niños tan solo les di las pencas rellenas y no se enteraron para nada que estaban comiendo verdura. Otro plato rico y sencillo de camuflaje para lo verde.