Para dar esta categoría a una prueba como los Güeyos del Diablo la Federación toma el pulso de la carrera, tiene en cuenta la gente que ha habido en la montaña, si los deportistas se han sentido acompañados, el marcaje de la carrera, el apoyo de los ganaderos y el trabajo de los voluntarios. Esto supone que en setiembre quirosanos y lenenses se volcarán con los corredores de montaña convirtiendo ese evento deportivo en una fiesta. La publicidad y el seguimiento mediático a nivel nacional e incluso internacional se incrementa considerablemente. Sólo queda definir si habrá límite de inscripciones debido fundamentalmente al trazado por espacio especialmente protegido y a que repercusión tiene modificación en el trazado que se hacen todos los años. Para Liquen conseguir una buena organización, implicar a la gente de la zona supone consolidar la carrera que este año celebra su IV edición y que es una cita obligada para muchos de estos amantes del deporte y de la montaña.