Boinás tiene reservas para seis años y la empresa estudia la viabilidad de los pozos de El Valle y La Brueva
El plan de inversión asciende a 20 millones para los próximos tres ejercicios
Las mujeres del concejo piden una mayor presencia en las explotaciones
F. R. G. / Belmonte de Miranda
La mina de oro de Boinás, en Belmonte de Miranda, cuenta con reservas para mantener activa la actual explotación durante unos seis años, según fuentes de la compañía Orovalle. No obstante la intención es seguir en la comarca, por lo que se han identificado nuevos recursos de oro en la mina de El Valle y en La Brueva, situada en el mismo entorno. “Se están analizando con más detalle estos yacimientos de cara a estudiar su viabilidad económica porque el objetivo es crecer preferentemente en el entorno de la mina por cuestiones logísticas”, señalan las mismas fuentes.
La noticia es tranquilizadora para el más del millar de personas que, directa o indirectamente trabajan para esta compañía, tanto en Belmonte como en Carlés (Salas). Más de la mitad de esos trabajadores son empleos directos y contratistas, una cifra que representa el 7% de la población activa de las comarcas en las que opera.
Adicionalmente a sus costes operativos Orovalle ha invertido en Asturias más de 51 millones de euros desde 2012.
La empresa espera terminar el año habiendo producido unas 43.000 – 46.000 onzas de oro, 4,5-5 millones de libras de cobre y entre 120.000 y 130.000 onzas de plata. Se trata de una previsión ligeramente inferior a la que obtuvo en 2015.
La actual extracción de mineral en Boinás se realiza en modo de minería subterránea, habiendo abandonado los métodos a cielo abierto empleados entre 1997 y 2004.
La mina de El Valle-Boinás cuenta con un pozo de extracción de mineral con capacidad para trasladar hasta 3.000 toneladas al día desde el interior de la mina hasta la planta de tratamiento de mineral. El pozo Roberto es el primero que se pone en marcha en Asturias en el actual siglo. Hoy la planta tiene una capacidad para procesar 2.000 toneladas al día.
Plan de inversión
OroValle ha elaborado un Plan de Inversión en infraestructuras y un Plan de Contratación para la mina de El Valle-Boinás (Belmonte de Miranda), que se suma a la reciente reapertura de la mina de Carlés (Salas).
El Plan de inversión de infraestructuras, que ascenderá a 20 millones de euros para los tres próximos ejercicios, abarcará la construcción de una nueva línea eléctrica que solventará las actuales carencias energéticas de la mina de Belmonte, un plan de gestión de aguas, la renovación del parque de maquinaria pesada y el desarrollo de infraestructuras de relleno de cámaras.
Por lo que respecta al nuevo proceso de contratación de personal, se ha incrementado la plantilla en 60 nuevas altas, destinadas a operadores de planta, de maquinaria y mina, así como para mecánicos, ayudantes de mina, y ayudantes de perforación.
Las mujeres también quieren entrar en la mina
“No queremos puestos para estar sentaditas”, dice el colectivo, que afirma que la presencia femenina es “minoritaria” en la explotación
Julio Cabal / Belmonte de Miranda
Las mujeres de Belmonte de Miranda también quieren trabajar en la mina de oro. Muchas belmontinas creen que se están incorporando personas de fuera del concejo, y que la presencia femenina es muy minoritaria, “y de Belmonte muchas menos”.
“Nos sentimos iguales o más capaces que los hombres, no pedimos puestos para estar sentaditas. Sabemos trabajar, si valemos para trabajar duramente en el campo y con el ganado, porqué no en la mina de oro. Nos sentimos discriminadas, se habla mucho de la igualdad, pero no vemos que se aplique. Tenemos que buscar trabajo fuera de nuestro concejo porque aquí no tenemos oportunidades y es una manera más de acabar con la zona rural despoblándola más de lo que ya está. Consideramos que si en una familia la mujer se va fuera, se va toda la unidad familiar”. La asociación de vecinos La Voz del Pueblo apoya a estas mujeres, ya que considera que tienen el mismo derecho que el resto de trabajadores a ocupar un puesto. “En Belmonte hay muchas mujeres preparadas académicamente y otras que, aunque no lo estén, son personas muy válidas y trabajadoras que están acostumbradas a trabajar duramente en el campo y la ganadería además de atender sus hogares y familias”, señala la asociación vecinal, que considera que las relaciones de los vecinos con la dirección de la compañía han cambiado en los últimos tiempos, y ahora son inexistentes. La asociación anuncia que enviará un escrito a los responsables de Orvana Minerals Corp, para trasladar esta petición y para intentar reanudar las relaciones fluidas.
“Esta asociación de vecinos ha defendido la mina de oro de Belmonte de Miranda ante Administraciones, asociaciones o colectivos ecologistas que denunciaron y estuvieron en contra de la explotación. No pedimos nada a cambio, que haya una cordial colaboración entre la mina y los vecinos, como hubo con anterioridad. Nuestras únicas pretensiones siempre fueron que el personal que trabaje en la Mina sea el máximo posible de nuestro concejo, siempre que las personas sean válidas”.
Una minería de origen romano
F. R. / Belmonte de Miranda
Las minas modernas de El Valle-Boinás y Carlés se pusieron en marcha en la década de los 70, después de que importantes compañías mineras evaluaran el potencial de la región con perforaciones y sondeos de exploración subterráneos. Forma parte del cinturón de oro del Narcea, una zona de tradición aurífera minera que se remonta a la época del Imperio Romano.
Hoy en día el acceso al oro se hace con métodos químicos muy avanzados, a diferencia de las primeras civilizaciones que carecían de la tecnología apropiada y optaban a un oro visible.
Entre 1997 y 2006 las minas pertenecieron a Río Narcea Gold Mines y en 2007 fueron adquiridas por OroValle (entonces Kinbauri) que se integró en Orvana en 2009 y que es la actual propietaria matriz.
En el año 2015 se produjo un cambio de denominación de la compañía, pasando a llamarse OroValle, fruto de un concurso de ideas en el que participaron todos los empleados con el objetivo de rendir homenaje a la población local.
Hasta el cierre de la mina en 2006 se habían producido aproximadamente unas 950.000 onzas de oro y más de 20.000 toneladas de cobre.
Hoy OroValle colabora con empresas locales y colabora en diferentes iniciativas de la región de carácter cultural y deportivas.
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