Jesús de la Pienda construyó su vivienda, sin saberlo, en un importante escenario de la Guerra Civil

Esther Martínez / Las Regueras

El 5 de marzo se cumplirán ochenta años de un parte de guerra del bando republicano, el número 194, del 5 de marzo de 1937. En él se hace referencia a varios enclaves estratégicos en el concejo de Las Regueras en especial a La Rebollada, una zona situada en la margen derecha de la carretera que une Escamplero con Quexu y que fue de vital importancia para romper el cerco de Oviedo.
“Unos mil hombres en su mayoría moros, asaltan nuestras posiciones en La Rebollada. Se abre fuego intenso de artillería desde Loriana, Escamplero, Naranco, Praúa y Grado. Las bajas fueron 28 y los heridos 134”, firmaba el comandante jefe de la 4ª división, Claudio Martín Barco, en el citado parte.
En 1939, al finalizar la contienda, nacía en La Pienda (Trasmonte), Jesús Avelino González García en una numerosa familia de catorce hermanos. Se licenció en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Sse doctoró en Filosofía en la Complutense de Madrid y ejerció como catedrático en la Escuela de Magisterio de Universidad de Oviedo hasta su jubilación.
El profesor González firma sus artículos y libros con el seudónimo del pueblo que le vio nacer, Jesús Avelino de la Pienda. Funda la revista Magister, colabora en textos universitarios de psicología evolutiva y de educación y publica artículos como “El ateísmo de los dioses”, “La ilustración de las religiones” o la “Antropología de la pregunta” y entre sus libros más importantes; “Paraísos y utopías”. “Los factores de la educación” o “Una religiosidad y muchas religiones”.
“En los años setenta, cuando era estudiante en Roma el destino me llevó a un bar cuyo dueño, italiano, me preguntó de que parte de Asturias era. Al responder de Las Regueras esperando que nunca lo hubiese oído mencionar; me respondió: allí estuve yo cuando la guerra. No me importó en que bando. No pregunté más.”
En 1991, De la Pienda compra en el paraje de La Rebollada una amplia finca con la intención de construir una casa en el futuro.
“Pronto me di cuenta que había un nido de ametralladora sin techo, una trinchera que la cruzaba y más nidos en las inmediaciones. Al empezar la excavación aparecieron varios proyectiles, abundante munición, entre ella de origen mexicano, tejas de Cerámicas Guisasola, cacerolas de cinc y hasta una cafetera”.
La vida del profesor De La Pienda es un cúmulo de casualidades relacionadas con la guerra civil.
“Quién me iba a decir que veinte años más tarde mi casa estaría en el lugar por el que me preguntaba el italiano y que en 2016 viera la luz mi libro Estructuras militares de la guerra civil en el Concejo de Las Regueras.”

Congreso de arqueología
El pasado verano el arqueólogo Alfonso Fanjul y su equipo excavaron las trincheras aledañas en busca de material doméstico del conflicto y la conclusión de esos estudios se presentó en octubre, en el más importante congreso de arqueología de la violencia en Bristol (Inglaterra).
“A partir de los vestigios hallados en mi finca comencé a investigar todos los restos de arqueología militar de Las Regueras. Estos nidos y trincheras son un grito que nos recuerda que La Rebollada no fue una simple batalla local sino que su situación sería trascendental en el desarrollo de la contienda. Quiero dejar estos recuerdos para las generaciones futuras”, dice.
Ochenta años más tarde en aquel escenario bélico se respira la paz propia de la vida de una familia que construyó su casa en un lugar cuyo nombre figuraba en los partes de guerra, y desde la que se observa en frente, al oeste, la Sierra de Bufarán y “casi puedo marcar con la vista las tres líneas estratégicas; la avanzadilla, la resistencia y la retaguardia”, afirma el filosófo.