[Proaza, sus pueblos y su naturaleza]
Por Loli GALLEGO
Tras su corta vida como ferrocarril minero proyectado en 1862, e inaugurado en 1884, cerró definitivamente en 1964. Durante décadas, la caja del ferrocarril permaneció abandonada, paralela a la carretera que recorre el Valle del Trubia. Las fechas en que se fueron abriendo los distintos tramos de lo que sería y es hoy la Senda del Oso, comenzaron a ponerse en servicio en los años siguientes. En mayo de 1995 se abre el tramo entre el Área de Tuñón y Proaza con un recorrido de 6 Km. El siguiente tramo se termina en el verano de 1996 entre Proaza y Entrago, con 15 kms. El último entre Caranga y Quirós , se inauguró en junio de 1999, siendo ampliado posteriormente.
Estos 22 kms de senda pueden recorrerse tanto a pie como en bicicleta. Se puede decir que no es una ruta de montaña sino una ruta entre montañas. Su desnivel es casi inapreciable,pues arranca a los 150 m. del Área de Tuñón y finaliza a 420 m. en Entrago;calculándose una pendiente de 1,2% aproximadamente ,considerando un caminar normal.
Itinerario
Partiendo de Tuñon y pasado el puente de la Esgarrada se camina por un bosque de ribera que se va a encontrar una desviación que llevará al pueblo de Sabadía. Una vez pasado este cruce se continúa por la senda hasta el puente del Salto y continuando se llega a Villanueva (Santo Adriano). Se cruza el arroyo de las Xanas y la senda continúa por la carretera dentro del pueblo. Aquí se pasa el río Trubia por un puente medieval de gran hechura, pero la maleza que lo cubre, no deja ver su arco ojival. Se continua el recorrido hasta encontrar la parroquia de San Romano. Junto a la iglesia la senda cruza la carretera por el puente del Sabil. Poco después se entra en la vega de Proaza. Pero antes se puede acceder al área de Bullera, dotada de buen aparcamiento y otros servicios.
Siguiendo la senda se llega al cercado osero, el antiguo, ocupado hoy por la osa Molinera en semilibertad en el monte de Fernanchín. En la parte de abajo se halla el cercado donde residen Paca y Tola. Tras pasarlo se avista la Foz de Picarós, por donde discurre el río Mesa que forma el deslinde entre los concejos de Proaza y Santo Adriano.
Contorneando la villa de Proaza, la senda entra por la zona de la Central Eléctrica, monumento industrial construido por el arquitecto Vaquero Palacios. Desde este punto y atravesando el Trubia por el puente de Zarameo, importante obra de ingeniería medieval que tuvo que ser modificado para dar servicio a la carretera de Villamejin. Sus tres arcos nos dan una idea de la magnífica obra que representó en la época en que se construyó.
Ya en la villa de Proaza se puede contemplar una de las muestras más importantes de la arquitectura defensiva medieval en Asturias, la Torre de los Vázquez de Prada o del Campo. Existen también ejemplos de arquitectura señorial como la casa fuerte de Prada (hoy en ruinas) o la casa de los González Tuñón (barroco asturiano). En las cercanías está la parroquia de San Vicente, que por reformas desafortunadas oculta el estilo románico primitivo. Junto a la iglesia se encuentra la oficina de turismo dentro de la llamada Casa del Oso, sede de la Fundación Oso de Asturias.
Cuenta Proaza con establecimientos de hostelería y hotelería, todos de muy buena calidad, ideales para que los senderistas recuperen las fuerzas, después de una jornada que creo será inolvidable.

Volviendo a la senda, ésta se adentra en el desfiladero de Peñas Juntas. A la salida de Proaza y en casi dos kms. la senda discurre entre bosquetes de castaños, alisos y avellanos. En los afloramientos calizos brotan matas de encinas. La caja fue tallada en la roca, enlazando los abrigos naturales y los túneles.
En los diferentes recodos se aprecian magníficas perspectivas de la Peña Rey, la Forcada, y Peña Armada, desplomándose violentamente sobre los casi 250 m. de altitud a que se encuentra el cauce del río, dando lugar al gran desfiladero de Peñas Juntas.
Tras pasar la angostura del desfiladero el valle se ensancha en la vega de Caranga. Es aquí y en forma de Y, en donde los dos ramales dividen a la senda hacia Entrago (Teverga) y Santa Marina (Quirós).
Tramo Caranga Bajo – Entrago (11 Km)
La incorporación a la senda se hace cruzando la carretera, después de dejar la Y. Se camina por zonas donde los castaños, alisos y algunos nogales van acompañando al caminante. Desde la senda se puede acceder a Bandujo, uno de los pueblos medievales mejor conservados de Asturias, declarado BIC (Bien de Interés Cultural). A Bandujo se puede llegar por un empinado camino que supera los 400 m. de desnivel, pero merece la pena, pues nos vamos a encontrar con un espacio sin adulterar, es decir todavía virgen.
Se continua el camino y al otro lado del río se encuentra el área de la Castañal. Si no se quiere hacer toda la senda, las diferentes entradas desde la carretera permiten dejar el coche y acceder a la misma. En el caso expuesto se cruza el río por el puente de Llaneces sobre el río Teverga y ya se está en ella.
Después de atravesar túneles de corto recorrido se llega al paraje de Olid, y atravesando el puente de los Pilares, se retoma la senda y entre bosques nos encontramos con un pequeño desfiladero. Se vuelve a atravesar la carretera junto al embalse de las Ventas, pasando por el puente de la Orniella, que salva la presa de las Ventas. A unos 400 m. se entronca con la carretera que va a los pueblos de Bustiello y de Fabar. Se continúa la ruta y pasando varios túneles nos iremos incorporando al tramo más bravo de todo el recorrido: “Valle Cerezales”. A lo largo de parajes espectaculares de montaña, con gigantescos desplomes y farallones sobre el cauce del río. Finalizada la foz, se abre el valle de Teverga al llegar a Entrago.
En Entrago destaca el palacio de los condes de Agüera, de una arquitectura señorial barroca.
Como Proaza, Teverga cuenta con abundantes establecimientos de hostelería y hotelería. En el barrio de la Plaza antigua capital del concejo, es inexcusable visitar la Colegiata de San Pedro, muestra única en Asturias de la arquitectura románica del siglo XI.
Tramo desde Caranga a Valdemurio-Santa Marina
Otra vez se toma la Y como referencia,y ascendiendo un pequeño repecho la senda discurre por el barrio del Valle. Se puede acceder al núcleo de población y visitar la ermita dedicada a San Mamías, del siglo XVIII, que fue trasladada desde otro paraje llamado el prado de las “Abadías”, lo que nos quiere decir que su construcción sea más antigua. Regresando otra vez a la senda, ésta discurre paralela a la carretera y al llegar a Caranga de Arriba se puede visitar la Capilla de la Virgen de los Remedios, de gran devoción en todo el Valle del Trubia cuya fiesta se celebra el día 15 de septiembre. Retomando de nuevo la senda y pasando por el desfiladero de Entre Peñas, se llega al embalse de Valdemurio.
En este lugar se puede hacer piragüismo y hay también un pequeño establecimiento hostelero. La ruta continua hasta Santa Marina de Aguas Mestas, pues allí confluyen los ríos Lindes y Ricabo que forman el Quirós.
La capital Bárzana ,como las anteriores, cuenta con todo tipo de establecimientos donde poder reponer fuerzas.
El hacer estos recorridos no es solo caminar, es deleitarse con la naturaleza que nos la sirven a la carta y sin pagar. Es disfrutar del paisaje, de los ríos, de las montañas, de los árboles, de las pequeñas flores que a nuestro paso vamos encontrando y a lo mejor avistar algún animal ya grande ya pequeño, como esa ardilla que tranquila mientras intentaba comer una nuez, pude fotografiar.

Disfrutar de las estaciones del año, vivir cada momento ya en invierno, primavera, verano y sobre todo el otoño con su policromía y sus alfombras de hojas muertas, esa naturaleza que alcanzamos con la vista y que nos lo da todo gratis, solamente nos pide que la respetemos,que la mimemos y que nos demos cuenta de ese gran regalo que nos da.
A todos los senderistas y ciclistas, feliz travesía de la Senda del Oso
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