Publicado el: 17 Abr 2017

Subiendo La Farrapona

Por Carlos URDAMBIDELUS AZA
Médico Hematólogo

Se podría pensar que iba a hablar de Iván Álvarez y de Tino subiendo en bicicleta ese famoso puerto, o de una de las Perico–escaladas, pero nada de eso, se trata de hablar de mi abuelo Xuacu, es decir Joaquín Aza Arias (Udrión 23 de marzo de 1876 7 Soto – Trubia 1947) quien, con otros hombres de los que me gustaría saber sus nombres, como se ve en la fotografía adjunta, subían dirigiendo una carreta de bueyes con destino a la Central Hidroeléctrica de la Malva, por el camino que se conocía como camino de la Farrapona y de TorrestÍo, antes calzada romana del CamÍn Real de la Mesa o de la vía de la Plata. Estábamos en el año 1917.

Supongo que esta descripción se corresponde con la realidad, y que efectivamente por esa vía entró el material para la obra del canal, puesto que existía una pista hecha para sacar mineral de hierro de la mina de Santa Rita y ello permitió su utilización también como servidumbre momentánea, para llevar materiales a la Malva.

Joaquin Aza Arias, a quien se identifica porque lleva sombrero y una aguijada en la mano y otros acompañantes.

 

Transcurría el año 1916, cuando según mis notas, llegaron desde Alemania, de Dusseldorf, de la Sociedad Mannesmannrhören Werke, las tuberías allí construidas para la Malva. Aunque el contrato al efecto se firmó el año 1914, el estallido de la Guerra Mundial hizo que se retrasasen las entregas, debido fundamentalmente a que la empresa se vio obligada a dedicarse a la fabricación de material de guerra. (…) Tras múltiples obstáculos se consiguió el permiso del gobierno Alemán para la exportación y la de los gobiernos Inglés y Francés para el tránsito. [1]

El día 1 de mayo de 1916 los tubos llegaron al puerto español de Gijón. Primero se transportaba desde allí el material en camiones y cuando el camino era inaccesible para ellos, se recurría a las carretas.

Carreta subiendo a La Malva.

 

Hay que recordar aquí a los carreteros, que condujeron la carreta que vemos. Era el año 1917 chispa más o menos, y me consta que trabajaban con preocupación. Mi abuelo Joaquín conocía bien la zona. No en vano su madre Águeda Arias Castrillón era de Marentes y su padre Paco Haza Farpón, de Pola de Lena. Lo habían llevado desde niño por esas montañas, pero en éste viaje existía un paso obligado por un puente, que salvaba el cauce sobre un  río, y era bastante inseguro.

Respecto a ello debo añadir que a pesar de mis pesquisas no logré enterarme de qué río se trataba, o si río o un arroyo. Por aquella zona discurren varios: naturalmente el Somiedo, el Saliencia, el Sousa, el  río Valle, el Arroyo de los Lagos y el Arroxiu. Pero no resulta fácil saberlo sin conocer el camino exacto que siguieron. Es curioso el detalle comentado en algunas publicaciones de la necesidad de transportar el material en carretas al estar el camino imposible para transitar los camiones. Entonces los había de dimensiones enormes y, según opiniones, al no estar hechos los accesos a la que iba a ser la Central, utilizaban como medio complementario las carretas. Eso se entendería fácilmente, pero a la vista de la foto que presentamos, se puede observar que ascendían sobre una carretera de muy buen firme y que la imposibilidad de hacer el trayecto con camiones, supongo que estaría más arriba.

Aclaro que ésta foto esta reproducida en distintas publicaciones, y se atribuye su conocimiento a la memoria de Víctor M. Vázquez “Somiedo energía y vida”, pero la foto que se adjunta, siendo la misma imagen que las del trabajo mencionado, es de propiedad de la familia de mi abuelo y estuvo en su casa de Trubia desde los años en que se efectuó el traslado.

Así debieron de ocurrir las cosas, y siguieron las dificultades, porque hubo que instalar el material en ausencia de montadores experimentados. Según referencia de los autores citados previamente.

Los comentarios que apoyan nuestro relato están basados fundamentalmente en la tradición oral del entorno familiar, ya que aquellos documentos que podrían sustentar nuestras opiniones, no supimos o no pudimos conseguirlos.

Pese a éstas premisas hemos tomado de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte la siguiente información referida a Hidroeléctrica del Cantábrico.

El 15 de Marzo de 1913 los empresa ríos Policarpo Herrero y Vázquez, José Tartiere Lenegre y Narciso Hernández Vaquero y Franco conciertan con Ignacio Herrero de Collantes (Marqués de Aledo), Martín González del Valle y Fernández Miranda (Marques de la Vega de Anzo), Celestino García López, José Gonzáles Herrero y Benito Collera y Duyos, la constitución de la Sociedad Civil Privada de Saltos de Agua de Somiedo teniendo como finalidad el aprovechamiento hidráulico de los lagos y ríos de ese concejo que venían siendo estudiados desde 1907. La junta de Saltos de Agua de Somiedo tiene presente la venta de la energía que produce y es Narciso Hernández Vaquero y Franco quien está en negociaciones con la Sociedad Popular Ovetense, constituida en 1898, para firmar un contrato de suministro de fuerza. También Policarpo Herrero Vázquez trata de interesar a la distribuidora en los saltos de Somiedo. El proyecto de contrato de suministro de fuerza y cambio de acciones, se aprueba en la junta del 16 de abril de 1914, intercambiando a la par entre doscientas y cuatrocientas acciones para cuando se constituya en sociedad anónima la Sociedad Saltos de Somiedo. El 25 de octubre de 1919 la Junta se reúne en Oviedo para tratar de constituirse en sociedad anónima, «toda vez que se había comenzado la explotación de la primera parte del salto y se habían obtenido al efecto los beneficios de la ley de 2 de marzo de 1917 sobre protección a las nuevas industrias». Se establece como acuerdo que la Sociedad Civil Privada de Saltos de agua de Somiedo continúe como tal hasta el 31 de diciembre de 1919 y la sociedad anónima comenzará su nueva vida el día 1 de enero de 1920 denominándose Hidroeléctrica del Cantábrico-Saltos de Agua de Somiedo. La Sociedad Civil Privada Saltos de Agua de Somiedo queda disuelta el 1 de enero de 1920, al constituirse la Sociedad Anónima Hidroélectrica del Cantábrico-Saltos de Agua de Somiedo. El capital será de 10 millones de pesetas divididos en 20.000 acciones de 500 pesetas además de 5 millones de pesetas en 10.000 obligaciones de 500 pesetas. Desde esa fecha la empresa no ha hecho más que crecer absorbiendo pequeñas compañías suministradoras y generadoras (Electra Industrial de Gijón, Compañía Popular de Avilés, Compañía Popular de Gas y Electricidad, etc.).

Por aquél entonces mi abuelo conocía a D. Narciso Vaquero, no sabría decir cual fue el origen de esa amistad, que yo supongo fraguada en la carreta, es decir en la carretera de Avilés entre el río Nalón y la casa de mi abuelo, donde está el cruce que era paso obligado y frecuente hacia Grado siguiendo de frente, a Teverga y Quirós hacia la izquierda o a la derecha para Priañes y donde mi abuelo charlaba con todo quien pasase por allí. Por cierto antes, en la entrada del puente de piedra, había una señal que decía “ruta pintoresca”, pero ya no existe ese cartel.

Es curioso que en la salida del mismo puente, en las Tres vías, yo escuchaba el saludo típico de los obreros de la fábrica, cuando se cruzaban en bicicleta y era: “yeeep”. Y también tomé conciencia de que Proaza arriba tenía que haber osos, porque otro cruce de saludos era: ¿viste los osus? ¿yeran cardosus?

En estas circunstancias D. Narciso transmitió al abuelo Xuacu su preocupación por el transporte que tenía que hacer y la dificultad que entrañaba el paso por el puente. Mi abuelo le dijo: «No se preocupe, pásolo yo”.

La aventura de mi abuelo y sus acompañantes terminó bien y me consta que D. Narciso le estuvo muy agradecido, tanto que solía entrar en la casa en Soto, no sé si de paso a Priañes, y se paraba a charlar. En una ocasión le dijo: «Mire Joaquín tiene Ud. mucha gente en la casa -eran hijos, nietos y demás familia- y añadió, si Ud. necesita que le coloque a alguno dígamelo». Mi abuelo no aceptó pero le dijo: «Voy a comprar un abrigo de cuero negro como el suyo». Lo compró y duró al menos dos generaciones.

Algo prestoso debía tener mi abuelo cuando cada uno de sus hijos, al nacer su primogénito, le ponían de nombre Joaquín. Así tenemos a Joaquín el de Pedro, Joaquín el de Águeda, Joaquín el de Mario, los tres fallecidos y Joaquín el de Amparo, éste vive. Pero es curioso que cuando nacían mujeres a ninguna se les puso de nombre Joaquina, ni Hortensia como mi abuela. Posteriormente ya fallecido mi abuelo, un tío político mío, César Álvarez Mardaráz, fue el responsable de pagar las nóminas de los empleados de Priañes y mi madre Mª Luisa Aza García, siendo una rapacina, llevaba de vez en cuando algún papel desde Trubia a la oficina de HC, coincidiendo con sus desplazamientos a Oviedo para estudiar en el Conservatorio. Pero años después también le propusieron a mi padre encargarse del mantenimiento de la Central de Priañes, que no aceptó. Y mira por donde ahora un nieto de Xuacu comenta con orgullo éstos recuerdos.

Don Narciso fue una persona de grato recuerdo en casa de mis abuelos Joaquin y Hortensia.

Hostesia Garcia con Joaquín Aza y parte de su familia

Viendo la reseña biográfica de D. Narciso,que se publicó en ABC con ocasión de su fallecimiento, queda bien reflejado su grandeza científica y humana. Por la actualidad del tema destaco este dato “Que haya sido el primer empresario de Asturias que estableciera un régimen de pensiones de jubilación para sus empleados”.

Según noticias que han llegado recientemente a mis oídos, este año se va a conmemorar el centenario de la inauguración de la Central Hidroeléctrica de la Malva y a tal efecto se celebrarán varios actos y se prepara un museo con exposición de recuerdos.

Sería un momento muy adecuado para tener la oportunidad de exponer la foto de la carreta que venimos comentando y al pie de su imagen que apareciera el nombre de los que la llevaban, yo puedo decir el de mi abuelo.

Ciertamente después de tantos años y la veces que ésta imagen ha salido en publicaciones de la empresa, pienso que casi constituye un icono, que merecería en el año del centenario una descripción más amplia, desde los hombres hasta los gües. Yo ya lo dije. Ya veremos lo que pasa, pero si viviera D. Narciso no me cabe la menor duda de que esto se haría, ¡vaya que no!.


[1] MARTÍN RODRÍGUEZ, A. et. al. Un modelo de conservación del patrimonio industrial: La central hidroeléctrica de la Malva. Universidad de Oviedo.

NOTA DEL AUTOR:

El abuelo Joaquín no era carretero de profesión, si no industrial cárnico en Trubia y amigo de aventuras eso sí. Y debido a que su tío D. José era el cura párroco de San Pedro de Nora y sus tíos abuelos de Pola de lena fueron Fray Benito y Fray Gabriel, monjes benedictinos , abades de Meira y de Cangas del Narcea- ver mi artículo en la Nueva España- Del Torreón de los Guzmán a San Pedro de Nora, los Hazas/Azas pasaron por Asturias», original era pasaron por Pola de Lena, y es por ello que el abuelo » para domarlo» primero estuvo en el Colegio de San Luis de Pravia, y se escapó, luego en Cangas y se escapó y probablemente en Burgos en el Convento de Miraflores.

 

Comentarios:
  1. pilar lópez García dice:

    Un siglo de historia.Está bien recordar a nuestros ancestros.

  2. Joaquín (otro Joaquín distinto) dice:

    Su artículo hace aflorar en mí un montón de recuerdos personales.

    Don Narciso, aquel venerable anciano de la barba blanca que siendo yo un niño, hijo de un donadie, me llevó, allá muy a principios de los sesenta, de su mano a lo largo de una especie de recorrido inagural del segundo túnel del embalse de El Furacón y que, para sorpresa de casi todos, acabó obsequiándome ni más ni menos que con un duro, una fortuna en aquella época.

    Don César el Pagador, caminando con la nómina hacia Priañes con parada en la casa redonda de El Furación, dónde sentado en «la mesa del pagador» y escoltado por una pareja de la Guardia Civil con su capote y sus fusiles, repartía los sobres entre los trabajadores de la obra. El recuerdo de «Fabarín», que era el pinche y siendo analfabeto se negaba a firmar con su huella dactilar y, afirmando saber escribir, ponía una cruz en el recibo de la nómina.

    Respecto al transporte con yuntas de bueyes hacia La Malva es posible que la foto no esté tomada en La Farrapona. Yo recuerdo haber visto fotos de esa época con yuntas de bueyes arrastrando carros que transportaban la maquinaria hacia Somiedo pero según me relataron algunos de quienes participaron en aquella obra -entre ellos mi padre- seguían la ruta de Cabruñana, Doriga, Belmonte y La Malva.

    En el artícul publicado por RECOPAR , de la Universidad Politécnica de Madrid y titulado UN MODELO DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL: LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE LA MALVA http://recopar.aq.upm.es/v2/es2/documentacion/n8/La%20Malva.%20No.%208%20ReCoPaR.%20ISSN%201886-2497%20Diciembre%20%202011.pdf (creo que usted cita una referencia al mismo texto pero no sé si con la misma documentación gráfica que aparece en el documento que hay en este enlace) pueden verse algunas otras fotos que mencionan el paso por Grado de tales transportes.

    Es evidente que las obras del lago de La Cueva y el canal que desde allí baja hasta La Malva hubieron de requerir algún medio para transportar los materiales, supongo que básicamente cemento, pero quizá pudieron haber el transporte en mulos partiendo desde La Malva o alrededores. Hay que tener en cuenta que se hicieron obras no sólo en el valle de Saliencia sino en el «otro valle», el canal que baja las aguas del lago del Valle, pasa por Urría hasta el famoso Gurugú y que no parece tener demasiado sentido que pudieran hacer los acopios desde Gijón hasta La Malva a través de Torrestio y La Farrapona, entre otras razones porque habría de resultar mucho más fácil el camino por Cabruñana que subir por el puerto de Ventana hacia La Farrapona para después bajar hasta La Malva.

    Además, si no me falla la memoria (puedo estar en un tremendo error) la actual carretera hacia Veigas, Saliencia y La Farrapona es de construcción mucho más reciente.

    Ojalá se haga realidad la conmemoración del centenario de La Malva, curiosamente casi coincidente con el centenario del nacimiento (18 de Junio de 1918) allí en Somiedo, concretamente en Castro, de Delfín González Prado quien fuera conocido en La Felguera como «el médico de la moto», que fué hijo de Armando González, un excelente mecánico langreano que participó en el montaje de La Malva, y de María Prado. Se me avivan los recuerdos. Casi escucho a María, con el ventolín de la época, sirviéndome las primeras alcachofas que comí en mi vida y diciendo a mi padre: Si, Alfredo. Delfín ye somedano. Delfín nació en Castro.
    Gracias don Carlos. Gracias por hacer reverdecer mis recuerdos mientras leía los suyos.

    • carlos urdambidelus aza dice:

      Muchas gracias Don Joaquín por sus opiniones aclaratorias. Supuse que el camino era de la Farrapona porque una persona que conoce muy bien esa zona identificó la carreta con el paisaje. Sea cual sea el contenido d la carreta yo estoy seguro que tuvieron que atravesar por un puente con mucha dificultad y lo que vengo pidiendo es que se reconozca el nombre de los personajes que transportaban la carreta.

      De nuevo muchas gracias.

  3. Joaquín (otro Joaquín distinto) dice:

    Un comentario más respecto al río. De ser cierta la hipótesis de que el transporte se realizaba por Grado, Cabruñana, Puente San Martín, Belmonte y La Malva parece que los únicos rios posibles son el río Somiedo (si el lugar que refiere estaba de Aguasmestas hacia arriba) o el Pigüeña si estaba en el tramo inferior. Supongo que son descartables, quizá con mucha osadía, algunos puentes del itinerario: el de Soto, el de Llera, el del Cubia en Grado y también el Puente de San Martin que seguramente soportaban tráfico más abundante bien hacia Galicia o hacia Cangas del Narcea y habrían de tener una estructura mucho más sólida.

    • carlos urdambidelus aza dice:

      Muchas Gracias D.Joaquín por sus comentaros y aclaraciones, sin duda tien ud raón, yo propuse la Farrapona porque alguien muy conocido dela zona , me identificó la carreta con esa subida.En cuanto a lo que llevaban , tampoco ,lo sé muy bien, me dijeron que eran tuberías, pero a la vista de lo que dice Casimiro no es posible, en cuanto a las turbinas tampoco, puesto que mi abuelo falleció en el 48.Algo llevarían digo yo.Pèro lo que es seguro es que tuvieron que pasar por un puente inestable, sea cual fuera, lo sabrán los de HC,dudar de eso es dudar de lo que me dijo mi mmadre y eso sí que nó.Ahora bien ¿porque no quieren los de HC reconocer que eso ocurrió y poner los nombres de los personajes?
      Un saludo

  4. Casimiro Álvarez dice:

    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=783832708453028&set=p.783832708453028&type=3&theater

    Sin dudar que tú abuelo Xuacu Aza Arias conocería sobradamente el camino a la Malva, aunque probablemente no fuera por los motivos que enumeras, pues que tu bisabuela fuera de Marentes y su marido de P. de Lena poco pudo influir, con la distancia que los separa de la zona que citas; en cualquier caso creo que no escuchaste bien el relato oral de la familia. Me explico:
    Es muy poco probable, por no decir imposible, que la tubería forzada de la Central de la Malva hubiese sido transportada por la Farrapona. Carece de lógica y los ingenieros siempre la utilizan.
    El ascenso a la Farrapona o Collada de Balbrán desde Torrestío, no es por la “calzada romana del Camín Real de la Mesa o de la vía de la Plata” como tú dices, pues ésta asciende por el Valle de la Partidas hasta el Muñón y el Puerto de la Mesa; mientras que la carretera a la mina Santa Rita, en Saliencia, sube por el valle de Trespando desde Torrestío, y aunque ambos parten de citado pueblo, allí mismo se separan en direcciones diferentes.
    Pero además, en 1917 cuando se puso en marcha la central de la Malva, sólo se aprovechaban las aguas del Valle del Ajo, (ahora más conocido por Valle del Lago). Las de Saliencia fueron utilizadas a partir de 1920.
    En aquella fecha tiene poco sentido utilizar carretas para subir a la Farrapona, cuando ya se bajaba el mineral de hierro en pequeños y sólidos camiones.
    Los tubos son mucho más largos que la carreta de la foto, y como se puede apreciar no sobresalen de la lona que la cubre.
    Para mayor abundamiento pongo el enlace a una foto de un camión transportando los tubos de la Malva, a su paso por Grado.
    Por último, el paisaje que se aprecia en la fotografía de la carreta, no se corresponde con la subida a la Farrapona por ninguna de sus vertientes. Tiene que ser de otro sitio.

  5. carlos urdambidelus aza dice:

    Tiene Ud razón y ya lo deja CLARO D.Joaquin, lo que no sé es porque HC SE RESISTE A NOMINAR A LAS PERSONAS QUE LLEVABAN LA CARRETA,sin tuberías, sin turbinas, sin cemento, algo llevarian , que me da igual.Pero por el puente pasaron eso sí.y ya le digo, amigo Casimiro que no soy madrileño y sé donde está Marentes y donde Somiedo. En cuanto a la referencia que Ud. trivializa, de mi abuelo y de lo que yo escuché en nuestra casa, comprendo que ha entendido literalmente lo que dije, pero no su sentido, y para que lo entienda le pongo dos ejemplos.A un labriego que descansaba de arar, le preguntaron donde estaba la cas del campeón y coguiendo el arado a modo de aguijada lo levanto y lo dirigió al horizonte:Alli en aquella casa vive el campeón.Que yo le refiero en nuestro caso a la casa de Marentes de donde salió mi bisabuela y Manolin el de ibias. Pero si le gusta la poesía le recuerdo «Mulata» de Jorge Guillen . «Yo ya me enteré mulata… Tanto tren,,tanto tren». Por lo que le digo que «tanto tren , tanto tren, de paisanos y carreta ¿para no subir nada?
    Amigo como con Guillen, yo con mi negra tengo (con mi abuelo) y a tí te quiero pa ná,
    Saludos

    • Casimiro Álvarez dice:

      Te respondo igual que ya hice en facebook:
      Como podrás comprender, yo no entro en valoraciones sobre lo debe hacer EDP, allá ellos con lo que estimen que debe figurar en la historia de la empresa. Pero si se arriesgan a transcribir tú versión de los hechos, probablemente correrán el riesgo de ser replicada y quedarán en evidencia por equivocada.
      Por otra parte no discuto tú libertad para escribir la historia como te apetezca, aunque igualmente entenderás que quién la considere equivocada pueda expresarlo con la misma libertad.
      Partiendo de la base que yo no tengo autoridad alguna sobre ésta materia, ni sobre cualquier otra, lo que si tengo, es el convencimiento de que para contar parte de una historia hay que ser riguroso. De lo contrario, no será historia; será novela o quizás un cuento más. Y, estimado Carlos Urdambidelus Aza, lo que tú cuentas no hay por donde cogerlo. En un artículo de opinión se expresa lo que se piensa sobre cualquier materia, y ese pensamiento deberá ser tan respetable como cualquier otro, puesto que explica un determinado punto de vista. Por el contrario si hablamos de historia no valen los puntos de vista. Sólo cuentan los hechos contrastables y, si acaso, cuando haya lagunas incomprobables y se deduzcan interpretaciones personales, habrá que dejarlo muy claro para no falsear la historia. Pero no estaría de más cuando se habla de historia, tener un somero conocimiento del terreno en el que se desarrolla, y me temo que ese no es tú caso. Aunque tampoco me extraña tanto. Por aquí tenemos a algunos/as otros/as inventores/as de historias más.
      Ni tuberías, ni turbinas, ni la carreta sube por la Farrapona con destino a la Malva, ni la subida a la Farrapona es por la Calzada Romana, sino por el valle de Trespando, ni existía entonces la sociedad Santa Rita, aunque es cierto que ya se explotaba el mineral de la mina, ni en aquella época se construía el canal por el Valle de Saliencia, ni tú abuelo conocía el camino a la Malva por su lugar de origen (sería por otras causas).
      Mi comentario no tenía intención de molestarte, simplemente te aclaraba algunos datos que creo conocer; aunque me temo que provocó el efecto contrario, a la vista del tono que me parece apreciar en tú respuesta. Lo siento, aunque sigo pensando que hice lo apropiado. Pero ya puesto, te diré también que quizás deberías releer lo que escribes. En primer lugar por lo dicho anteriormente, pero además, para que se te pueda entender nimiamente; porque entre los fallos de ortografía y de redacción, cuesta un triunfo leerte.

  6. carlos urdambidelus aza dice:

    QUISE DECIR NICOLAS GUILLEN

  7. Casimiro Álvarez dice:

    Donde dice «ser replicada» debería decir «que sea replicada»

  8. carlos urdambidelus aza dice:

    Pues muy bien ,que sea repicada.

Deje su comentario

La Voz del Trubia