Por Fredo TABOADA
Ante el calamitoso estado con en que se encontraba la carretera que une Trubia y Grao, con innumerables baches y argayos, curvas ciegas, hundimientos, etc. por lo que, según informes de la Consejería, se podía considerar como la peor de Asturias, la Plataforma Pro Carretera AS- 313 decidió iniciar la reivindicación de reparar esta importante vía de comunicación, que soporta un tráfico de 800 vehículos diarios y, por testimonios de los vecinos, “se ponía a diario en riesgo la vida de los 160 niños de la escuela»
No es posible reflejar de forma exhaustiva esta reivindicación, de más de diez años, protagonizada por estas personas. Fueron muchas las manifestaciones, asambleas, recogidas de firmas, visitas a autoridades y, en definitiva, acciones de todo tipo para lograr una obra absolutamente vital para la comarca.
Hoy, tras la culminación de la construcción de esta extraordinaria carretera que abrirá los valles del Trubia a los moscones y viceversa, con pocas curvas, buen firme y con un ancho de seis metros y con más de 7 millones de euros de presupuesto, que la convierten muy por encima de las de su categoría, los pueblos de La Mata, Reconco, La Tejera, Vega de Peridiello Bayo, Sama, Las Cuestas , en general toda la zona, pueden darse por satisfechos de su lucha. Lucha que, sin duda, por su buen hacer y capacidad de movilización, estuvo protagonizada por la Plataforma Pro Carretera AS-313.
Es incalculable el beneficio, tanto social como económico, que esta nueva vía de comunicación va a representar para Grao y los pueblos ribereños del Trubia. Como dice el periodista Fernando Romero en un magnÍfico artículo publicado en el periódico La Voz del Cubia, titulado No Hay Progreso sin Protesta.
“Además del servicio que dará a numerosos pueblos, servirá para que los habitantes de los valles del Trubia tengan un referente urbano nuevo, el de Grado, con su mercado y sus servicios. Al referente de Oviedo se une ahora el de Grado. A la inversa, los moscones tienen una nueva puerta abierta a la Senda del Oso y a los pintorescos pueblos de Trubia, Santo Adriano, Quirós y Teverga. Una nueva vía de comunicación que sin duda contribuye a vertebrar nuestra comarca y a mejorar el bienestar de muchos pueblos.
Esta obra, sin embargo, no ha caído del cielo. Es el resultado de una lucha de muchos años de vecinos en torno a la Plataforma Pro Carretera AS 313 integrada por gente de los núcleos que atraviesa la carretera. Su constancia, su tesón, su paciencia, su capacidad de movilización, han sido sus armas y han ganado la batalla, aunque ya veremos quien se pone las medallas”.
Lógicamente fueron muchas las personas, entidades públicas y asociaciones que, con sus colaboraciones, se sumaron a la eficacia y buen hacer de la Plataforma. Entre otros, la asociación de vecinos de Trubia; La Castañar, de Sama; La Texedora, de Bayo; la asociación de vecinos Las Cuestas, de Trubia; el AMPA del colegio de Villar y la asociación Santo Dolfo, de La Mata, ligados de alguna forma al Colectivo, son claro ejemplo de ello.
Asimismo, hay que destacar en este sentido la ayuda de los Ayuntamientos más interesados, Grado y Oviedo, cuyo apoyo fue definitivo. Es de señalar también que formaban parte de la Corporación de la capital asturiana los moscones Roberto Sánchez Ramos “Rivi” y Emilio Huerta “Triqui” que, con el cariño que siempre muestran al pueblo que los vio nacer, se implicaron decisivamente en la petición para la construcción de esta carretera de Grado a Trubia.
El extraordinario éxito de la Plataforma Pro Carretera AS-313, seguramente se hará extensivo, no solo a las personas y entidades que de alguna manera colaboraron con este Colectivo, sino que también a todo el movimiento ciudadano y, sin duda servirá de estímulo a la labor del resto de las Asociaciones en su cotidiano trabajo por el bien común.
En definitiva, esta reivindicación es la lucha del Pueblo, con mayúscula, para llegar una meta que, en principio, parecía inalcanzable. Quedó plenamente demostrado que con unión, ilusión y capacidad de trabajo, a veces una utopía puede convertirse en realidad.
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