La Casa de Cultura de Grado acoge una nueva exposición sobre la musa moscona, que inspira un proyecto de arte internacional

Redacción/Grado

La Casa de Cultura de Grado acoge desde ayer la exposición «Julia Galán vista por artistas del mundo» que incluye 34 nuevos retratos e interpretaciones por artistas de 8 países. Esta es ya la 5ª entrega de este proyecto abierto que cuenta con con 158 obras hasta la fecha y que se han expuesto en los últimos años en la Casa de Cultura de Grado.
Por quinto verano consecutivo, se presentan en la Casa de Cultura de Grado/Grau los «retratos» hechos en los últimos 12 meses de Julia Galán, natural de esta villa, nonagenaria y musa internacional para artistas de todo el mundo. El proyecto, iniciado por su hijo Fernando, crítico de arte y editor de la revista art.es, alcanza ya las 158  obras de artistas nacionales y extranjeros.
Fernando Martin Galán (conocido precisamente como Fernando Galán en su mundo profesional) explica que ya no se trata sólo de «retratos» en el término estricto de la palabra, con los que empezó su proyecto, sino de cómo artistas de cualquier estilo, medio, técnica y tendencia interpretan el personaje de su madre, que, además, «cautiva a la mayoría de ellos por su madura belleza, frágil figura y una elegancia propia de una época pasada y prácticamente en vías de extinción». Así, ya no hay sólo obras figurativas de pintura, dibujo, fotografía y grabado, sino también abstractas, objetuales, conceptuales, instalaciones, grafitis, proyecciones y hasta performance.

Tras estos años de andadura, parece confirmarse que se trata de un proyecto único en el mundo: no se conoce otro de su tipo. Hay artistas que han centrado o centran su obra en su propia madre, como el japonés Tatsumi Orimoto, iniciador de esta serie, pero parece ser el único en el que artistas variados y de numerosos países interpretan el personaje de una madre ajena y que simboliza lo que para el hijo de Julia Galán (quien, además, es su cuidador permanente desde hace más de 10 años) es «un gran problema humano de nuestra sociedad contemporánea: el envejecimiento de la población y la imperiosa necesidad de que éste sea digno y no sólo físico».