La fiesta del Cristo de la Salud de Borreras y Balbona (Salas) atrajo a numerosos fieles del concejo de Salas y de otras partes de Asturias
Beatriz Álvarez / Salas
Ayer se celebró, con un día precioso de este tardío verano, la fiesta religiosa del Cristo de la Salud, Borreras-Balbona. La misa de gaita contó con la presencia de Pepe ‘el Molín’, de Cornellana, uno de los pocos cantores de esta misa de la antigua escuela. Esta fiesta es una cita tradicional y obligada en la zona desde siempre. Se trata de una advocación muy conocida a la que acuden muchos fieles; una fiesta de promesa, similar a la del Fresno, en la que antiguamente los prados que rodean la capilla se poblaban de familias de la zona merendando.
La recuperación de la fiesta
Cuando a Quico ‘el de Borreras’ la vida le dio un susto, el trabajo fue su mejor terapia y entre entrada y salida del hospital, Carmina, su mujer, prometió al Cristo de la Salud que «si los sacaba de aquel lío ella misma se iba a encargar de que nunca dejará de celebrarse la fiesta en el pueblo». Y así empezaron, hasta que un año se dieron cuenta de que al tejado de la capilla había que remendarle los agujeros que el tiempo había ido haciendo. Así que Quico, que no se amedrenta con nada, y su familia, se pusieron manos a la obra. Lo primero que hicieron fue una comisión de tres personas: Quico Fernández González, Luis Miguel González Arias y Luisa Martínez y fundaron la Asociación Cultural Cristo de la Salud de Borreras y Balbona. Con 7.000 euros, que adelantaron de su bolsillo para empezar y el aplauso de vecinos y Ayuntamiento de Salas, comenzaron a restaurar la capilla. Hoy en el pequeño pórtico de la misma se pueden ver dos inscripciones que recuerdan el comienzo y reconocen el trabajo. La asociación ha recuperado también la fiesta profana tras casi tres décadas de no hacerlo. En la actualidad se celebra siempre el primer sábado de septiembre, separada de la religiosa, para «dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César». Por eso ayer la celebración fue estrictamente familiar mientras que el día 2 de septiembre no se entraba en el pueblo. La fiesta se financia con la lotería, hasta 14.000 euros, y con los bollos (algunos años hasta 1.000) que venden. Los socios no pagan cuota.
Misa de gaita cantada
Pepe ‘el Molín’ de Cornellana, que en algún momento cantó acompañado a la gaita por Manolo Quirós, otro de los grandes difusores de esta manifestación cultural, lleva cantando en esta celebración casi medio siglo. Las partituras que utiliza fueron recopiladas entre los años 60 y 70 por Alfredo de la Roza quién fuera maestro de capilla de la catedral de Oviedo. Hoy en día desde el taller de Misa de Gaita, donde hay entre 14-15 jóvenes alumnos que garantizan el relevo generacional, se está trabajando duro por conseguir que esta celebración llegué a ser patrimonio inmaterial de la humanidad
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