Los trabajadores reprochan el abandono y la marginación que les llevó a emprender batallas legales en solitario, cuando a día de hoy la factoría está creando empleo

Redacción/Grado

Cuatro años de pelea para acabar con juicios individuales, que reservan a cada uno de ellos un destino distinto. Los 55 de Trubia han hecho hoy balance, y el resultado es amargo: 24 de los 55 han perdido los procedimientos legales, y sus despidos han sido considerados procedentes; otros 12 han obtenido sentencias de despido improcedente; dos fueron declarados nulos (uno de ellos, por causa de un accidente laboral previo al despido) y un juicio está pendiente. Además, 13 fueron readmitidos, para lo que renunciaron a las acciones judiciales individuales, y otros tres trabajadores no llevaron el caso a juicio. Para la Asociación 55 de Trubia, cuatro años después «el tiempo nos han dado la razón», cuando afirmaban que no había causas objetivas para sus despidos, ya que en la actualidad la empresa está creando empleo. «No entendemos la marginación a la que nos sometieron. Han pasado cuatro largos años, y el problema se agudiza con el paso del tiempo», señalan, y defienden (en un comunicado dirigido a los sindicatos de la Fábrica de Armas de Trubia) que «lo legal no es siempre justo». Ahora, muchos de ellos están en manos de lo que se decida en segunda instancia, ya que han ido recurriendo las sentencias ante el TSJA.