Hoy se estrena en la pantalla grande la película de Sergio G. Sánchez, rodada en parte en Pravia
Esther Martínez / Las Regueras
Izán Álvarez, que cursa el primer curso de educación primaria en el colegio de Santullano, practica kárate y fútbol y tiene unos ojos azules que deslumbran. Espera como agua de mayo el estreno hoy de El secreto de Marrowbone, aunque ya sabe que “igual no me dejan entrar en el cine porque soy pequeño”, pero seguro que cuando diga en la entrada, que es uno de los actores de la nueva película del asturiano, Sergio G. Sánchez, que se estrena hoy en la gran pantalla igual le permiten la entrada. “La peli creo que va a dar mucho miedo, a mi me asustó un poco pero ya sabía que la sangre era de mentira”.
El pasado año, su madre Tamara Fernández vio un anuncio en el que pedían figurantes para el film; necesitaban un niño rubio de 1.17 m. de estatura para hacer las sustituciones de Mathew Stagg, el niño protagonista del thriller que se estaba rodando en Pravia. Izán ya era un experto en desfilar cara al público en eventos de moda, pasó el casting con facilidad y durante más de un mes estuvo rodando casi cada día, trabajando en escenas en las que el actor principal de su papel descansaba.
“Jugamos al fútbol en los descansos y nos hicimos amigos aunque él hablaba inglés, nos entendimos muy bien. Era majo” asegura Izán, al que no le importaría ser actor porque “se pasa muy bien y pude rodar con un oso y un mapache de verdad”.
Asegura su madre que están encantados del trato que les dierona, que era exactamente igual al resto de los actores principales. “Es un equipo con una gran calidad humana. Le preguntaban qué quería comer y lo trataban a cuerpo de rey. Iba encantado a rodar y le gustaba que le caracterizaran y le pusieran potingues en el pelo y en la cara; él iba a grabar como si fuese a jugar o a una fiesta. Se lo pasó en grande”.
Dice Izán que el último día que participó en el rodaje, el mismo Sergio G. Sánchez, “habló por un pinganillo a los de las cámaras y dijo: un momento que hoy es el último día de rodaje de Izán y tenemos que despedirlo con un aplauso”.
Cuando en el cine aparezca a imagen de Mathew Stagg por detrás o de lado, o sus manos o pies, es Izán, el de Las Regueras, que casi sin darse cuenta viajará por todo el mundo en esta primera incursión en la gran pantalla con sólo cinco años. Dotes no le faltan para continuar.
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