Por Nando F. ARIAS

[Paisajes y paisanajes de Grado]

Quizá los Idus de Octubre, el nacer en el convulso año de 1934 y dar sus primeros pasos durante la guerra civil contribuyeron a que Jose Lueje Fernández fuese un joven inquieto y participativo. De profesión, oficialmente, fontanero, también pudo haber sido ciclista o músico, pues ambas actividades son la pasión de su vida.
A los trece años, a punto de finalizar sus estudios primarios, “Pepe” comienza a aprender fontanería de “pinche”. Pocos años después, al regresar de la “mili”, sus grandes cualidades para el aprendizaje le llevan a formar su propia empresa y en un bajo en la casa de su tío Manolo “el cartero” monta su taller. Por los años ochenta los traslada a la calle Cimadevilla en un bajo donde ubica también una tienda de artículos deportivos, especialmente bicicletas, su otra gran afición.
Su caminar por el ciclismo comenzó allá por los años 50 cuando aun era aprendiz de fontanero. Participaba como neófito en numerosas pruebas a nivel regional y sobre todo local destacando la de “la Grasa” (festividad del gremio de la mecánica) donde hizo pódium en varias ocasiones.
Su pasión por esta actividad deportiva le lleva a ser cofundador de una peña ciclista denominada “El Tarangu” en homenaje al ciclista asturiano Jose Manuel Fuente con quien mantenía una estrecha amistad, corrían los años setenta y pocos. La peña se mantuvo activa durante veinticinco años siendo presidentes de la misma Emilio “Biona”, Pepe Lueje y Rafael Álvarez.
En el seno de la peña cientos de niños de Grao se iniciaron en el ciclismo consiguiendo importantes éxitos deportivos en especial: Juan Carlos Estrada “El Pecas” los hermanos Patiño y Santi Pérez quien tuvo sus inicios en la peña. Organizaban también, a finales de los setenta y principios de los ochenta, las Marchas Populares Ciclistas y Las Semanas del Pedal, que los niños de aquella época, adultos hoy, recuerdan con cariño y nostalgia.
Pero la verdadera vocación de este polifacético personaje era y es la música. Influenciado por su padre, Manolo Lueje, quien tocaba el redoble en la Banda de Grao y su tío Enrique que lo hacia, antes de la guerra civil, en la orquesta moscona “Negresco”, este le regaló, siendo muy, niño una bandurria. La citada orquesta, tras su disolución, procedió a vender la batería y los adquirentes tan solo cambiaron el nombre de la población sustituyendo Grado por Trubia
Tras un auto aprendizaje se le ofrece para darle clases de música Hogo (hermano de Piliche) quien tocaba la mandolina. A los pocos meses de iniciado el aprendizaje entra a formas parte de la Rondalla del Frente de Juventudes dirigida por Luis “Tornillo” quien alternaba esta dirección con la de la Banda de Música de Grao hasta que dejó al cargo a D. José Ros, brigada del Ejército retirado, valenciano con excelentes conocimientos musicales puesto que, por aquellos años, se le consideraba el mejor bombardino de España dentro de las bandas de música militares.
D. José le da clases de solfeo hasta que en 1958 deja la Banda y pasa a formar parte de la mítica orquesta “Sycora Boys” donde tocó el saxofón, el clarinete y el contrabajo electrónico. En esta época forma un conjunto de cuerda junto a Tino “el Cristín”, Juanjo “Cadavievo” y Vega llamado TILUJUVE, con las primeras sílabas de sus nombres. Interpretaban toda clase de música y daban conciertos en el cine Parque para recaudar fondos para el recién formada Masa Coral de la Sociedad Filarmónica de Grao, de la que también formó parte. Su presidente era el fotógrafo recientemente fallecido Nebot.
Los efluvios del amor llevan a Pepe a contraer matrimonio con Raquel, del bar Félix, lo que motivó que dejase la orquesta para dedicarse de lleno a su profesión de fontanero. La edad de jubilación le permite volver a practicar su pasión y vuelve a retomar la música centrándose en el clarinete. Hace unos años contacta con Felipe Rubial, virtuoso del acordeón que tiene en su haber una extraordinaria colección de este instrumento, con él entabla una estrecha relación y forma una bandina junto a Javier, Sergio y alumnos de la escuela de música. Dieron conciertos en la región, destacando el sel Campoamor. Pero quizá el concierto más importante de su vida lo dio D. José Lueje Fernández el 25 de noviembre en la Casa de Cultura, donde se le rindió un merecido homenaje brillantemente organizado por la Asociación Valentín Andrés, Felipe Rubial y la Concejalía de Cultura, concierto que según él pone fin a una dilatada vida musical.
Publicó diversos artículos en un periódico local con el título “La Música en Grao”, con la historia de las distintas agrupaciones musicales desde los años veinte hasta finales de los noventa. Un trabajo aún inacabado que esperamos que se anime a publicar.