El nuevo plan estatal pretende combatir la despoblación rural y ofrece a los menores de 35 años subvenciones a la adquisición en las localidades con menos de 5.000 habitantes
Redacción/Grao
El nuevo Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 apoyará las compras de pisos y casas en los pueblos y evitar la despoblación rural. Para hacer frente al reto demográfico, el gobierno central plantea una serie de medidas que incluyen ayudas a la adquisición que solo son aplicables a municipios de menos de 5.000 habitantes y que pueden alcanzar hasta 10.800 euros.
Los beneficiarios de la subvención, en todo caso, deben ser menores de 35 años y tener unos ingresos anuales inferiores a 19.362,24 euros. Esta cantidad se corresponde con tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), fijado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en 6.454,08 euros por año. Y los inmuebles no podrán superar un precio de 100.000 euros.
El Plan de Vivienda incluye, además, otras novedades para el medio rural, en el que se concederán por primera vez ayudas para la rehabilitación de viviendas unifamiliares y donde el gobierno ha planteado un incremento del 25% de las subvenciones para aquellos que reparen sus casas en poblaciones con menos de 5.000 habitantes.
De todas formas, los planes del Gobierno central están enfocados a la promoción del alquiler (siempre que la renta mensual no supere los 900 euros) con bonificaciones de hasta el 50% para menores de 35 años con ingresos inferiores a tres veces el IPREM y a mayores de 65 años que cumplan esta condición, tengan un patrimonio inferior a 100.000 euros y no tengan vivienda en propiedad.
En los casos de desahucio, el Estado y las Comunidades Autónomas asumirán durante tres años el pago de los alquileres que estén por debajo de los 400 euros mensuales y los colectivos más vulnerables podrá optar a una vivienda vacía de la Sareb, conocida popularmente como “banco malo”.
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