Hijos de la espuma

Luis G. Donate

Bienvenidos un mes más, apreciados lectores, a este rincón tan nuestro. Espero que hayáis traído un buen protector solar porque en esta ocasión volvemos a salir al mar. ¡Todos a sus puestos! ¡ Avante toda!

Así es, queridos míos. Os veis de nuevo enrolados en un barco, afortunadamente no en contra de vuestra voluntad. Sabed que no navegamos bajo bandera alguna, pues poco nos importan a nosotros las políticas de tierra firme. Somos hijos de la espuma, bastardos del mar embravecido… ¿Os suena, verdad? Así eran los piratas, o al menos, así los pinta la cultura popular. Si bien es cierto que pueblan mi imaginación tanto como la de cualquiera, muchos estaban muy lejos de ser aquellos capitanes libertarios como ese del que habla Espronceda. Unos eran pobres diablos con el saqueo como único oficio, otros, nobles y gallardos, demonios en combate y magnánimos con el enemigo. Algunos sencillamente eran tan malos como lo fueron en tierra, sin esperanza de redención y otros, encontraron una salida, dejando atrás una pobre condición y acabaron mirando a los ojos a reyes y potentados. De todo hubo entre aquellos caballeros de fortuna que hicieron de los mares su reino. Olvidados yacen en el fondo del mar, en manos de Njord, aquel en cuya mesa nunca falta la cerveza. Para mí, nunca dejarán de ser un producto de su época, hombres de carne y hueso con más fallos que aciertos, cuyas historias animan la tranquila vida del lector de esta era. Son, en suma, tan “ficticios” como fueron en su día, pues ya en aquel entonces el ser humano disfrutaba exagerando sus proezas. Sin embargo, aprendí de ellos algo positivo. No importa la raza, posición o condición de nadie siempre y cuando en su pecho lata un corazón leal y sincero.

Dicho esto, pongamos rumbo a una cala segura, que por esta vez las bodegas están llenas. No saldremos otra vez hasta dentro de un mes. Mientras tanto, sed honrados, disfrutad, haced el bien y cuidaos. Vuestro capitán os agradece la lealtad. Hasta la próxima aventura, quedo a vuestro servicio.

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