Publicado el: 02 Abr 2018

La vuelta al mundo de Xim

Escanellas, con raíces en Salas y Grado, recorre el planeta haciendo deporte

Xim Escanellas, en Hawai

Esther Martínez / Las Regueras
Con las premisa de que “todo lo necesario cabe en una mochila” y “si vas a invertir que sea en experiencia, Xim Escanellas sacó un billete de ida para dar la vuelta al mundo corriendo y subiendo montañas, uniendo así sus dos pasiones, los viajes y el deporte; es Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Master en Entrenamiento de Deportes de Resistencia.
Los veranos y vacaciones de su infancia y juventud transcurrieron entre Cornellana de donde es natural su madre, Cuca Lopez Grana y Grao donde vive sus abuela, sus tíos y gran parte de su familia materna.
Lleva años combinado su trabajo de entrenador personal con su afición a conocer el mundo haciendo deporte; en cada ciudad que visita “solo necesita unas zapatillas para seguir sumando aventuras”. Las calles de Munich, San Francisco, Nueva Orleáns han sido testigo de su duro entrenamiento, tanto como playas mallorquinas donde reside o los senderos de la Trail de Ibiza o el perímetro de setenta y tres kilómetros de Formentera que recorrió en 2016.
En noviembre de 2015, corrió en Nueva York , su primera maratón de asfalto, con una motivación extra; ese año su padre Bernat, cumplía sesenta años y sus veinticinco de matrimonio. Su madre, Cuca les acompañó por las calles de la Gran Manzana durante las cuatro horas y veintitrés minutos que duró el recorrido.
El verano de 2017, fue un punto de inflexión para Xim, tras participar en mayo, en la Red Fox ElbrúsRace, una prueba de resistencia, para llegar a coronar el techo de Europa a 5.642 metros de altitud. Su trabajo fin de master precisamente versó sobre esta prueba.
En julio cruzó el Atlántico, para participar en la media maratón de Costa Rica, subir a Cerro Chiripo ( 3820 metros) , su cumbre más alta. Continúo hacía México donde participó en “el maratón más duro de los que conozco, donde lloré al finalizar, después de tres y horas y media y 42.195 metros.
La siguiente sería la Maratón Cataratas del Niágara en octubre, “aquí mi cuerpo se resistía a continuar y mandaba mensajes en forma de calambres, pero conseguí finalizar”.
En noviembre Cuba le esperaba para la siguiente aventura, la maratón de La Habana y para finalizar el año; “Honolulu, una carrera que empieza de noche, a las 5 de la madrugada y en la que hubo lluvia, viento y sol”.
En estos momentos y hasta marzo o abril, Escanellas está en Australia, cerca de Meolbourne, desde allí sigue entrenando on-line a sus deportistas y continuando sus sueño. En Grao, Angelita Grana, su abuela le espera, con un poco de suerte para Santiago y Santa Ana, mientras tanto su objetivo apunta al triatlón, al sudeste asiático y a publicar un libro sobre entrenamiento en pareja.
El próximo destino apunta a Indonesia.

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