Redacción/Grado
Las condiciones meteorológicas agravaron este invierno los argayos en las carreteras asturianas, con episodios como el de Las Agüeras, en Quirós, que llegó a caer y a interrumpir el principal acceso al concejo dos veces en la misma mañana. El caso más sangrante es el de la AS-117, entre los concejos de Sobrescobio y Caso, que cortó totalmente la vía. Tras este episodio, en cuya resolución aún trabaja la consejería de Infraestructuras, el PP ha pedido que se elabore un ‘censo’ de las zonas conflictivas, para anticiparse a los deslizamientos, según una propuesta presentada por la portavoz regional, Mercedes Fernández, en la Junta General del Principado.
«Este súbito desprendimiento afectó a unas rocas muy duras (denominadas cuarcitas) pero intensamente fracturadas, en las que son comunes este tipo de inestabilidades de ladera. El talud afectado constituía un punto de singular peligrosidad, dado su inadecuado diseño (con excesiva pendiente, de inusual altura y sin las obligadas medidas de estabilización) y su insuficiente factor de seguridad, que estaba muy por debajo de los valores razonables para este tipo de carretera», señala Fernández, en referencia al argayo de Caso. «En similares y precarias condiciones de seguridad se encuentran otros puntos en esta misma vía, carentes igualmente de medidas de estabilización, que cuentan con unas mínimas condiciones de seguridad. En la actualidad, y desde hace décadas, el conocimiento geológico permite identificar sin especiales dificultades los taludes potencialmente más inestables. Es preciso, por tanto, tener identificados de forma sistemática todos aquellos puntos con mayor susceptibilidad a los movimientos de ladera, como paso previo para poder actuar sobre aquellos que presenten un peligro más inminente de inestabilidad. Hoy en día, no es necesario esperar a que un talud se caiga para proceder a su estabilización. Las rocas suelen presentar indicios suficientes que permiten anticipar su inestabilización a medio o largo plazo», argumenta la diputada regional, que destaca que el problema no afecta sólo a las laderas rocosas, y que hay peligro en numerosas vías autonómicas. Por ello, pide que se elabore «un mapa de puntos o zonas de especial peligro de inestabilidad de ladera en la red de carreteras autonómica, que incluya la determinación, valoración, graduación y control del riesgo, así como las medidas de vigilancia y estabilización necesarias».
La composición geológica de los taludes de la red de carreteras autonómica es diversa y la presencia tanto de cuarcitas como de otros materiales problemáticos no es exclusiva de la AS-117, sino que ya se han producido desprendimientos en otras muchas vías, por lo que es preciso tener claramente definidas las zonas más peligrosas y establecer medidas para abordar las situaciones de mayor riesgo.
PROPOSICIÓN NO DE LEY
La Junta General del Principado de Asturias insta al Consejo de Gobierno a elaborar un mapa de puntos o zonas de especial peligro de inestabilidad de ladera en la red de carreteras autonómica, que incluya la determinación, valoración, graduación y control del riesgo, así como las medidas de vigilancia y estabilización necesarias.
Palacio de la Junta General, 25 de abril de 2018
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